Se puede creer que el teatro, una disciplina que conlleva muchos recursos para poder realizarse como el vestuario y la escenografía, no puede ser sustentable, pero el Colón Fábrica demuestra lo contrario.
Desde sus orígenes las personas han sido fascinadas por la expresión y las representaciones, este gusto ha evolucionado en disciplinas como la cinematografía, la música y el teatro. Dentro de las mismas se crean mundos inexistentes que se conectan a nuestra dimensión y nos dejan mensajes.
En teatro, la escenografía y el vestuario son un punto importante de la escena, son el contexto que da sentido, lo primero que el ojo ve al comenzar un espectáculo. Por este motivo cada obra ha desarrollado sus propios elementos, de los cuales algunos han sido olvidados, tirados o guardados en cajas a la espera de ser recordados.
Ante esta situación, el teatro Colón ha decidido darle vida a los elementos que conformaron las diversas obras presentadas en este espléndido lugar. Y, de forma inesperada, este primer paso ha dado grandes resultados.
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Colón Fábrica: los secretos mejores guardados del teatro
El teatro Colón fue inaugurado el 25 de mayo de 1908 con la ópera “Aida”, de Giuseppe Verdi (un edificio que reemplazó al antiguo Teatro que funcionó entre 1857 y 1888). Y, a partir de 1925, contó con sus propios cuerpos estables y sus propios talleres de producción. Esto fue un hecho importante ya que le permitió organizar sus propias temporadas.
Los talleres propios, que posibilitan realizar las producciones de sus espectáculos, se encuentran ubicados en los subsuelos. Estos espacios tienen diversos sectores como los talleres de maquinaria, escenografía, utilería, sastrería, zapatería, tapicería, mecánica escénica, decoración de utilería, pintado de trajes, escultura, fotografía, entre otros.
La producción de las obras en cartelera puede llevar semanas o meses de realización, ese instante que se observa oculta muchos procesos y esfuerzos, como recursos. En el teatro Colón, un espacio histórico catalogado como una de las salas de ópera más importantes del mundo, los elementos de escenografía eran desarmados al finalizar la temporada del estreno del espectáculo.
Para contribuir a resolver el guardado y la conservación de las piezas escenográficas y mejorar las posibilidades de reutilizar los materiales, este sitio abrió un espacio de 7500 metros cuadrados para almacenar la producción escenografía, utilería y telones. De esta manera, se facilita la reposición de esos títulos de ópera y ballet, para que vuelvan al escenario nuevamente, también permite prestarlos o alquilarlos a otras casas de ópera del país y del mundo.
En el teatro, a lo largo de su historia, se han producido varias obras y diversos artistas han actuado, algunos de los cantantes que pasaron por el lugar fueron: Enrico Caruso, Claudia Muzio, Maria Callas, Régine Crespin, Birgit Nilsson, Plácido Domingo y Luciano Pavarotti. También, algunos de los bailarines que estuvieron en el escenario fueron Vaslav Nijinski, Margot Fonteyn, Maia Plisetskaia, Rudolf Nureyev y Mijail Barishnikov.
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Este lugar, además de ofrecer la oportunidad de conocer el detrás de escena del teatro a los vecinos de la Ciudad y los turistas, es un modelo de negocio que contribuye al planeta al permitir la reutilización de los elementos. De este modo, es un ejemplo de cómo el teatro puede ser sustentable.
Colón Fábrica está ubicado en avenida Pedro de Mendoza 2163 (La Boca, Ciudad de Buenos Aires, Argentina) y se encuentra abierto de viernes a domingos de 12 a 18 hs. La entrada se puede comprar en ventanilla o en la página oficial del teatro.
*Por Sofía Romero, miembro del Área de Comunicación del Centro de Desarrollo Sustentable GEO de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.