Mariano Acuña, hoy 33 años, decidió dejar su trabajo como vendedor en una mueblería para trabajar de barrendero municipal en su barrio, Santa Rita, Boulogne. Su meta era cambiar el barrio para bien. Entonces, cada día al finalizar su horario laboral, Mariano comenzaba a desplegar los colores con su pintura. Hacía desde murales hasta palos de luz. Es así como se le ocurrió fundar una ONG que ayude al desarrollo del barrio y de sus familias y, así, nació Starte.
La ONG se caracteriza por usar el arte como herramienta de contención social, además de brindar apoyo escolar y, sobre todo en lo que fue el contexto COVID-19, ayuda alimenticia a los vecinos. Es un espacio que busca la inclusión de niños y adolescentes, a través del arte, en Boulogne, y contribuye a embellecer el barrio con murales y pinturas.
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Acuña logró crear no solo una organización que alude al desarrollo de un barrio, sino también una red de ayuda social, donde diferentes barrios y ONG trabajan en equipo. “Nos ayudamos con otras organizaciones, otros barrios, se comparte. Hay muchos pibes que terminaron replicando lo que hacemos y eso nos ayudó bastante, enseñan deporte, pintan las calles y sueñan con tener un lugar igual”, explica Acuña.
Starte funciona en uno de los dúplex que construyó el gobierno provincial hace más de 20 años para urbanizar el barrio. Dicho barrio se caracteriza por su constante violencia e inseguridad, lo cual genera una dificultad a la hora de buscar un desarrollo o progreso social. Acuña explica que no siempre es fácil mantener a los chicos en sus tareas y trabajo, a veces, debe estar encima de ellos para que no se desvíen de sus deberes en el barrio.
Mariano, y todos los integrantes de su equipo, lograron devolverle la identidad al barrio; algo que todos los vecinos vean y se sientan orgullosos de ser parte de eso. Pudieron devolverles el sentido de pertenencia a una comunidad que estaba dividida por su violencia y dificultades de convivencia.
Actualmente, Starte está en busca de un nuevo proyecto que siga favoreciendo el desarrollo del barrio. Se buscará construir una cancha de fútbol, tenis y bochas para que los vecinos puedan tener un centro donde pasen su tiempo libre.
En Huellas tuvimos el gusto de escuchar a Mariano, y el resto de su equipo, hablar acerca de su trabajo en el barrio y no tenemos otras sensaciones que no sean orgullo y alegría. Sensaciones que se sienten al saber que hay vecinos como ellos, en nuestro país dispuestos a dar todo por su comunidad por el único hecho de poder vivir mejor.
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