El Senado de Argentina aprobó la legalización del aborto, con 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención, anunció la presidenta de esa cámara Cristina Kirchner este miércoles (30.12.2020), dos años después de que fracasase una iniciativa similar. "Se convierte en ley y se gira al poder Ejecutivo", declaró Kirchner al cabo de más de doce horas de debate.
La ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de Argentina, Elizabeth Gómez Alcorta, dijo que "es un gran triunfo del movimiento de mujeres". "Hoy hicimos historia", señaló. La legalización del aborto es un proyecto del presidente de centro-izquierda Alberto Fernández, que también celebró el resultado de la votación.
La decisión fue celebrada con un estallido de alegría por miles de militantes feministas que esperaron la votación durante más de doce horas a las afueras del Congreso. "Después de tantos intentos y años de lucha que nos costaron sangre y vidas hoy por fin hicimos historia. Hoy dejamos un lugar mejor para nuestros hijos y nuestras hijas", dijo, por ejemplo, a la AFP Sandra Luján, una psicóloga de 41 años que hizo vigilia con las jóvenes de pañuelo verde, que identifica a la campaña por el aborto.
Segundo intento
Un proyecto para legalizar el aborto había sido aprobado en 2018 por la Cámara de Diputados, pero rechazado en el Senado. Con la aprobación de este miércoles, Argentina se convierte ahora en el país más grande de América Latina en legalizar el aborto, que también está permitido en Uruguay, Cuba y Guyana, así como en Ciudad de México.
La aprobación de esta ley no cursó por las líneas partidistas. Aunque en el gobernante Frente de Todos se respaldaba el proyecto, no todos sus congresistas lo avalaron. Y hubo senadores que marcaron su posición a favor de la legalización, al margen de su fe religiosa. "¿Por qué queremos imponer por ley lo que no podemos impedir con nuestra religión?", preguntó la senadora Gladys González, del opositor Juntos por el Cambio y católica practicante, al anunciar su apoyo al proyecto.
Oposición celeste
El gobierno calcula que se practican entre 370.000 y 520.000 abortos clandestinos anuales, en un país de 45 millones de habitantes. Desde la restauración democrática en 1983, hubo más de 3.000 mujeres muertas por abortos inseguros.
La oposición a la interrupción voluntaria del embarazo, que adoptó el color celeste, tuvo como abanderadas a la Iglesia Católica y a la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas, promotoras también de masivas marchas callejeras y de misas al aire libre. Afuera del Congreso, en el concurrido bando celeste, muchos esperaron de rodillas el resultado del debate parlamentario, recibido con enorme decepción.