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Un grupo de científicos en Brasil pudo dar un enorme paso para la historia evolutiva de la humanidad. Ya que lograron demostrar que existe una relación genética entre australianos y americanos.
Así es, aquellos humanos primitivos que llegaron a América por el estrecho de Bering, no sabían que cargaban tanta información con ellos. La cual sería de utilidad, más adelante, para que los científicos conocieran cómo se ha dado la historia de la vida.
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Relación en el código genético
Gracias a sus investigaciones sobre el ADN humano, los científicos Tábita Hünemeier y Marcos Araújo Castro e Silva lograron observar que el código genético de los pobladores de Oceanía se parece al de los de América.
Por otro lado, el estudio también reveló que tanto los pueblos indígenas antiguos como los modernos de la Amazonía comparten firmas de genes.
De tal forma que existen señales Y en el código genético, que relaciona a los humanos de América con los del sur de Asia, Australia y Melanesia.
¿Cómo afecta la narrativa colonialista a la ciencia?
El Departamento de Genética y Biología Evolutiva, de la Universidad de São Paulo en Brasil, asegura que el proceso de colonización ha borrado gran parte de la historia evolutiva humana.
Sin embargo, mediante el estudio de la genética aún se pueden encontrar registros que han estado muy bien guardados durante millones de años. Estos contienen información importante, única y real.
No se dice que la colonización sea algo negativo, sino que quizás esté siendo mal interpretada al ligarla con la evolución. Haciendo que los investigadores no se den cuenta de lo que toda la historia quiere decirnos.
Por lo que, en esta oportunidad, con base genética y de la mano con la narrativa colonialista es posible que se haya revelado un evento nunca antes visto por los científicos, que explicaría muchas dudas sobre la evolución humana.
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¿Cómo se explica que haya genes parecidos en sitios tan distantes?
Una manera de explicar esta relación entre el código genético de los pobladores de América con los de Australia, es la migración de los primitivos humanos, millones de años atrás.
La hipótesis de la profesora Hünemeier y el investigador Castro e Silva, es que la migración de los humanos nómadas por el Estrecho de Bering, haya terminado en este esparcimiento de genes.
Hace más de 15 mil años, los humanos viajaban por el mundo en búsqueda de un mejor lugar para establecerse. En este sentido, América pudo haber sido para muchos de ellos el sitio con el mayor número de recursos.
Una cantidad elevada de recursos disponibles es igual a mayor probabilidad de supervivencia y reproducción, lo que asegura la evolución. Aunque solo hayan llegado unos cuantos primitivos australianos, estos se aparearon con americanos, lo que explica la relación genética.
A partir de este hallazgo, se abren las puertas a muchas más investigaciones relacionadas con la evolución humana. Pues con cada eslabón encontrado, es posible darle más sentido a nuestro origen y al camino que hemos recorrido para llegar a lo que somos hoy en día.
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