¿Sabías que la capacidad para sobreponernos ante las adversidades y extraer aprendizajes tiene un nombre? Quizás hayas oído hablar acerca de la resiliencia. Se trata de una cualidad que contribuye al desarrollo personal y nos prepara para afrontar los problemas que puedan presentarse.
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Las personas resilientes tienen cualidades que las preparan para lidiar con las dificultades. Lo hacen desde una actitud reflexiva y positiva. ¿Cómo la resiliencia contribuye a nuestro crecimiento personal?
¿qué es la resiliencia?
Tal como adelantábamos, la resiliencia es la capacidad para recuperarse rápidamente ante las dificultades. Ser resiliente está íntegramente relacionado a la fortaleza con la que nos sobreponemos luego de atravesar momentos que nos han movilizado emocionalmente.
resiliencia y desarrollo personal
Luego de haber atravesado las dificultades, es clave abrirse a lo nuevo para nuestro crecimiento personal. Dependiendo de lo que nos haya ocurrido, puede que practicar la resiliencia no sea una tarea sencilla: hacerlo requiere de un análisis profundo de la situación que hemos atravesado y reflexionar acerca de qué lecciones podríamos tomar de ella.
Ser resilientes nos hará crecer en lo personal y nos motivará a observar los problemas desde una perspectiva mucho más global. En lugar de preguntarnos por qué ocurre lo que ocurre, nos preguntaremos qué podemos aprender de aquello que nos pasó.
La resiliencia contribuye a nuestro desarrollo personal, invitándonos a cambiar la perspectiva y a crecer en base a nuestras experiencias pasadas.
características de las personas resilientes
A menudo, las personas resilientes son compasivas consigo mismas. Esto les permite abstraerse más fácilmente de los problemas para recuperar su energía y cuidar de sí mismas.
Saben cuándo es momento de tomarse un descanso y priorizar sus propios intereses e inquietudes. Esto les ayuda a prepararse para enfrentar los obstáculos que podrían presentarse a futuro. La resiliencia brinda inteligencia emocional y sabiduría para saber cómo actuar ante las dificultades.
Además, las personas resilientes poseen seguridad en sí mismas y no actúan sin antes haber reflexionado acerca de cuál sería la decisión más acertada.
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Otra de las características de las personas resilientes es el optimismo: tienen una visión de la vida más entusiasta y rescatan una enseñanza positiva de cualquier obstáculo. En ocasiones, también utilizan su humor ante las dificultades y saben que los errores son parte del proceso de aprendizaje y el crecimiento personal.
La resiliencia es una cualidad que podría llevar tiempo en adquirirse. Requiere fuerza y el apoyo del entorno, y probablemente represente todo un reto personal. No obstante, una vez alcanzada, será un aprendizaje para toda la vida.