No siempre el amor es tan placentero como parece. Cada persona, de por sí, es compleja en su interior. Tiene temores, deseos, dificultades, heridas que no ha podido sanar o que incluso aún no se atreve a ver.
Piensa entonces lo complejo que es un vínculo entre dos personas que, hacia adentro, tienen todo un mundo interior más o menos recorrido y conocido por ellos. No todo resulta ni tan magnético ni tan mágico. Pueden existir roces, discusiones o malos entendidos. Esto es parte del aprendizaje de compartir la vida con otro. Puede ser muy positivo si se atraviesa alimentando la comunicación, el amor y el respeto mutuo. Pero también puede volverse una relación tóxica.
¿Quieres saber cómo identificar si tu relación es sana? Sigue leyendo.
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Es importante decir que un vínculo no siempre resulta tóxico porque una persona es agresiva verbal, psicológica o incluso físicamente, en cuyo caso siempre es preciso buscar ayuda.
Una relación puede ser tóxica sencillamente por el hecho de que ambas personas se hacen mal, aún sin intención de hacerlo. Puede que no sea el momento para estar juntos, que las heridas de uno potencien las de su compañero, o que no se motiven el uno al otro de una manera sana y positiva.
Estar con alguien tiene que ser bueno para tu vida, tiene que nutrirte, llenarte el corazón, hacerte bien. Eso no quiere decir que no existan dificultades, sino que éstas intentan trabajarse siempre desde un marco de respeto y amor.
Que creamos que esto es imposible, que una relación sana no es real, es producto de generaciones y generaciones de parejas infelices. Es tiempo de volcar la balanza a nuestro favor y comenzar a construir placenteras que el día de mañana enseñen a las generaciones que vendrán que el amor no hace daño.
Estos son los signos de una relación sana
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Auténtica
Una relación sana es principalmente honesta. La confianza se trabaja como para poder ser auténticos y hablar de lo que se necesite con soltura, sin temor ni autocensuras. Esto implica, además, ser sinceros. En primer lugar, con uno mismo para poder comunicar con amor y claridad lo que sucede o lo que se necesita.
Sin culpas
Las personas no se "echan" la culpa por lo que sucede como si fuera una patata caliente. Cada una puede asumir y aceptar sus errores, hacerse cargo de sus emociones y su forma de actuar. Pueden reconocer si se equivocan.
Con empatía
Cuando hay amor sano y real, nadie tiene intención de lastimar, humillar, ni hacer sentir mal o culpable al otro de ninguna manera. Cada uno desarrolla su empatía para entender que el otro actúa, siente y piensa desde su propio mundo interior que muchas veces no es entendible ni para sí mismo. Por eso, no todo se toma personal.
Compañera
Una relación sana no se piensa en términos de quién manda, sino de igualdad. Ambos tienen sus individualidades, pueden estar bien solos y se acompañan, se apoyan y se guían en su aprendizaje, tanto individual como conjunto.
Amorosa
Una relación sana no le teme al amor, ni a sus manifestaciones. No mide la cantidad de demostraciones ni da para recibir a cambio. Fluye, crece, se nutre y fundamentalmente se siente placentera y segura.
¿qué otras características crees que debe tener una relación sana? ¡Déjanos tus comentarios!
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