Perder a una mascota no es fácil, no obstante, existe una historia que ofrece consuelo a aquellos que experimentan dicha situación. Una vez llegan a casa, los animales, además de mascotas, pasan a ser miembros de la familia, es por esta razón que sus pérdidas siempre dejan un vacío muy grande. Descubre cómo es el reencuentro de nuestras almas según la leyenda del Puente del Arcoíris.
Una leyenda que puede llegar a ser de mucha ayuda para las personas que perdieron a su mascota y ya no podrán verla otra vez. Ésta explica el reencuentro de las almas después de la pérdida.
¿De qué se trata la leyenda del Puente del Arcoíris?
Según la leyenda del Puente del Arcoíris, cuando las mascotas se despiden de sus dueños, dejando escapar un último suspiro para decir adiós, cruzan el mencionado puente. Una vez cruza hacia el otro lado, se verán rodeados de frondosos prados y extensas colinas en las que se divertirán mucho. Correrán, jugarán y sobre todo, estos ángeles podrán disfrutar de toda su inocencia.
También encontrarán comida, agua y sobre todo, suficiente sol para que los animales puedan estar muy bien.
Este relato dice que aquellos animales que murieron por enfermedad o sufrieron crueles torturas, quedaran como nuevos. Es decir, tanto su salud, como cualquier parte del cuerpo dañada antes de morir, serán totalmente restauradas.
Del mismo modo, indica que las mascotas están felices y sobre todo, satisfechas. Aunque siempre extrañarán a sus amos y a la familia que, lamentablemente, tuvieron que dejar antes de cruzar el puente del arcoíris. Es por esta razón que, a menudo cuando corren por los extensos prados, se detienen y se quedan mirando el horizonte durante un largo.
¿Cómo es el reencuentro de las almas según la leyenda?
Su cuerpo tiembla sin parar y con una emoción imposible de contener, deja un momento a su grupo y corre sin parar a través del campo. Justo a la mitad del puente ya pueden vernos, por lo que van lo más rápido que pueden para recibirnos. Según la leyenda del Puente del Arcoíris, tanto humanos como animales, almas gemelas, se reencuentran y nunca más vuelven a separarse.
La felicidad de la mascota es tan grande que no para de usar su húmeda lengua para lamer nuestro rostro. Mientras que nuestras manos no pueden parar de acariciar a nuestro ángel de cuatro patitas, nuestra hermosa y amada criatura. En este sentido, la leyenda indica que, tanto mascota, como amo, estarán juntos durante toda la eternidad. Todo esto por medio de una mirada mutua de sabiduría, nobleza y sobre todo, mucho amor.
Está dirigida para aquellas personas que necesitan una nueva esperanza. Una que les permita llenar el vacío que quedó por la pérdida de sus irremplazables mascotas. La leyenda ayuda a comprender que, si bien es cierto que la mascota ya no está físicamente, siempre permanecerá en nuestro corazón.
El puente del arcoíris para los animales sin hogar
Aunque en un principio, hace referencia a los animales que tenían dueños y se encuentran con estos después de cruzar el puente, la narración también menciona a aquellos animales sin hogar que jamás disfrutaron del amor y la calidez de una persona. De hecho, este hermoso relato continúa de la siguiente forma:
De pronto, en el Puente del Arcoíris, el día inició de una manera muy distinta a los días soleados que siempre se extendían sobre las praderas. El día se volvió frío y las nubes tomaron un color gris muy opaco, era un día muy triste, el más triste de todos. Los animales que acababan de llegar no tenían ni idea de que pensar, jamás habían visto un día tan triste como el que estaban presenciando desde que cruzaron el puente.
No obstante, los animales que ya estaban a la espera de sus dueños durante mucho tiempo, si sabían lo que estaba ocurriendo. Todos se fueron reuniendo y se acercaron al camino que los llevaba al puente, una vez ahí, se detuvieron y observaron.
Después de un rato de espera, apareció un animal bastante grande y viejo, tenía la cabeza algo hundida y arrastraba su cola. Los animales que tenían más tiempo en el lugar ya conocían a la perfección la historia del recién llegado, puesto que ya habían observado lo mismo, infinidades de veces. El pobre animal se acercó a paso lento, muy lento, de lejos se notaba que estaba sufriendo un dolor emocional muy grande. Era muy notorio, aunque no parecía tener ningún signo de dolencia física.
No obstante, había algo que, a diferencia del resto de los animales que estaban presentes, no estaba ocurriendo con el recién llegado. Este último no había regresado a su juventud, de hecho, su salud era precaria y no mostraba ningún signo de alegría. A medida que se acercaba al Puente del Arcoíris, el envejecido animal observaba como los animales al otro lado lo estaban viendo.
Aunque el animal tenía presente que este no era su lugar y que, una vez cruzara el puente, podría sentir felicidad. Sin embargo, no sería como el recién llegado se había imaginado, todo lo contrario. Cuando estaba muy cerca del puente, un ángel apareció frente al animalito y con una cara que reflejaba mucha tristeza, le informó que no podía cruzar el puente. Únicamente aquellas mascotas acompañadas por sus amos, se les permitiría cruzar al otro lado.
Cruzar en el momento justo
Sin opciones ni lugares a donde dirigirse, el pobre animal no tuvo más remedio que dar la vuelta. Entre los prados, notó que había un grupo de animales en sus mismas condiciones, es decir, viejos y de aspectos muy frágiles. Ninguno se divertía, solo se mantenían acostados sobre la verde hierba, sin apartar la mirada de hacia el camino que se dirigía hacia el puente del arcoíris. Fue entonces cuando el gran animal se acercó al resto y no hizo otra cosa que esperar.
Entre los recién llegados al puente de arcoíris, había uno que no comprendía lo que estaba ocurriendo, por lo que le pregunto a otro acerca de lo que acababa de ver. “¿Puedes observar al pobre animal y a los otros que ahora lo acompañan? Son animales que jamás conocieron ni tuvieron la oportunidad de tener un amo. Solo logró encontrar un refugio y entró a este con el mismo aspecto que tiene ahora, viejo, su pelo de color gris y casi ciego”.
El animal siguió explicando: “Sin embargo, jamás logró dejar el refugio y falleció en el lugar, solo conoció el cariño de la persona que lo cuidó durante sus últimos días. Como jamás tuvo a alguien que le brindara amor, el perro no contaba con esa persona especial que le acompañara a cruzar el puente del arcoíris”.
Después de un rato, el primer animal preguntó: “¿Ahora qué ocurrirá?” Pero antes de obtener su respuesta, algo extraño empezó a suceder. Las nubes se abrieron, mientras que el viento empezó a soplar intensamente e hizo que desaparecieran. De pronto apareció una persona que, caminando en solitario, empezó a caminar con dirección al puente.
Los animales viejos que acompañaban al perro recién llegado fueron bañados con una especie de luz dorada. De forma repentina, todos los animales mayores eran jóvenes nuevamente, su salud también había regresado e irradiaban vida y felicidad. El animal que estaba explicado le respondió al segundo: “observa y en un momento lo entenderás”.
El amigo de los animales
Un grupo de animales que esperaban se acercaron a los recién rejuvenecidos y bajaron sus cabezas ante la solitaria persona. Esta los acarició e incluso, tocó sus orejas de forma cariñosa, todos los animales rejuvenecidos, hicieron una fila detrás de la persona y todos cruzaron el puente del arcoíris.
Sorprendido, el primer animal preguntó: “¿Qué acaba de pasar?”. Mientras que el segundo respondió: “La persona solitaria era un amigo de los animales que pasó su vida protegiéndolos. Los animales que hicieron reverencia como señal de respeto, encontraron hogares gracias a la ayuda de estas personas. Por supuesto que cada uno de los animales conseguirá cruzar el puente, pero será cuando sea el momento indicado. Es decir, cuando hagan presencia aquellos que se convirtieron en su nueva familia”.
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Fuentes: La mente es maravillosa, Euroresidentes, Mente asombrosa.