Muchas veces, lo que pasó puede atormentarnos, llenarnos de culpas, de rencores, de fantasmas, que no nos dejan avanzar. Los procesos para "soltar" lo que fue llevan tiempo y, en general, pueden ser difíciles o dolorosos. Pero una vez que los atraviesas, nadie podría decir que no sales más fortalecido.

Aquí encontrarás algunos consejos para que te animes a dar un paso hacia adelante dejando el pasado atrás:

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Deja de buscarle una explicación

Es muy común, cuando estamos buscando dejar el pasado atrás, empezar a hipotetizar explicaciones de por qué sucedió tal o cual cosa. El aprendizaje es aceptar que no puedes controlar todo, menos lo que ya sucedió. Las cosas, aunque no salieron como querías, fueron para tu aprendizaje y capitalizarlo lleva tiempo. Si entiendes esto dejarás de ponerle tanta energía a encontrar un por qué que quizás no sea tan fácil de definir.

Perdona

Muchas veces nos quedamos atados al pasado por rencor, ya sea a otro o a uno mismo. Eso nos deja o en un lugar de víctima o de victimario, que no nos deja avanzar. Libera ese rencor. Acepta. Eso no siempre tiene que comunicarse hacia otro, quizás es una acción mucho más íntima y hacia dentro.

Adiós a la nostalgia

Muchas veces, cuando pasa el tiempo, nos acordamos de lo bueno del pasado y nos olvidamos de lo que nos generaba malestar. Por eso podemos llegar a idealizar incluso situaciones que decidimos dejar atrás. Recordar eso, y además intencionar hacia delante, plantearse nuevas y mejores afirmaciones para seguir creciendo puede ayudarte a dejarlo atrás.

Focaliza la energía

Para dejar atrás el pasado lo mejor que puedes hacer por ti es centrarte en el presente. ¿Cómo? Canalizando esa energía que gastas en pensar lo que ya fue, en actividades positivas para ti. Céntrate en volver a tu eje, intenciona hacia allí la energía. Cuánto más conectado estés contigo, más rápido capitalizarás lo que ese pasado te enseñó y seguirás avanzando en la vida.

Fuentes:

Cuerpo Mente