Hay una inesperada relación entre el crimen organizado y la devastación ambiental. Vamos a describir el lado oscuro de los aguacates. Ese alimento que se comen en Estados Unidos en enormes cantidades y que tiene una secuela ecológica.
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Mafias y aguacates: ¿realidad o ficción?
Vamos a considerar algo: en USA hay una desmedida petición de aguacates. En las últimas décadas la demanda de aguacates se ha triplicado en EEUU. Hay una campaña que señala al aguacate como una comida saludable y buena para el corazón.
Pero, hay más: se usa mucho en salsas, en recetas, como acompañante. Hay un verdadero furor por el aguacate, incrementando sus precios. Es así como grupos ilegales han entrado al negocio de este alimento para expenderlo en USA.
En suelo mexicano, sobre todo en el estado de Michoacán, ha existido un uso devastador de suelos para sembrar aguacates. Se han amenazado a personas, se han arrasado bosques y destruido ecosistemas para sembrar esta planta.
Los detalles de las mafias del aguacate
Son muchas las aristas del consumo de aguacate en Estados Unidos, país con una población de 331 millones de habitantes. Un mercado tan grande, hambriento de comer aguacates, ha desencadenado varios problemas.
- La venta de aguacates en Estados Unidos genera ganancias por 2.700 millones de dólares anuales.
- En muchas zonas de México; han devenido intimidaciones, secuestros y hasta la muerte de indígenas para expoliar sus tierras para sembrar aguacates.
- Abundan los huertos ilegales de aguacates, que destruyen bosques para el cultivo. Se adiciona que se crean pozos ilegales para obtener agua.
- El árbol de aguacate necesita de abundante agua: hasta 14 veces más que un pino, por ejemplo.
- En Estados Unidos solo se produce el 10% del aguacate que se consume en esa nación. El otro 90% depende de muchos cultivos ilegales fuera de las fronteras de ese país.
- Muchos bosques han desaparecido para dar lugar a hectáreas para la siembra de este producto. Un monocultivo que deslastra los ecosistemas y causa pérdida de biodiversidad.
- El tráfico de aguacates también da lugar a carreteras y sendas que se construyen sobre zonas que antes eran protegidas. Pero, la urgencia por que este fruto llegue “fresco” a EEUU desencadena rutas ilegales y uso de camiones pesados.
Finalmente, muchos indígenas y agricultores de otras plantas se han visto desplazados. Peor aún: quienes se niegan a ceder sus tierras para sembrar aguacates, llegan a ser asesinados por las mafias de este producto.
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¿Mafias del aguacate? ¿Destrucción de bosques para crear cultivos de aguacates? Parece increíble que esta comida, de apariencia inofensiva, arrastre consigo al crimen organizado y sea capaz de detonar una crisis ecológica.
Fuente: BBC.