Hoy día resulta una dificultad escalar para los emprendimientos liderados por mujeres. La pregunta es por qué y el factor de que son pocas las que emprenden dejó de ser una respuesta verosímil, ya que el número de emprendedoras subió en los últimos años. Por eso es que esta ONG trabaja por la independencia económica de las mujeres.
En Argentina, por ejemplo, la base de miembros de ASEA (Asociación de Emprendedores de Argentina) está constituida por 33.096 emprendedores, donde el 49,2% son mujeres.
Nuestras huellas
Ante la problemática y la dificultad de crecimiento económico de las mujeres, muchas de ellas en situación de vulnerabilidad, nació Nuestras Huellas. Hace 18 años que esta organización sin fines de lucro promueve el desarrollo de mujeres en situación de vulnerabilidad social para que alcancen libertad económica. Para lograrlo, desarrollaron dos tipos de programas: los bancos comunales y la formación.
Los bancos comunales son grupos de personas de una misma comunidad que estimulan la buena comunicación, el respeto y facilitan la toma de decisiones en conjunto. Allí se promueve la cultura del ahorro y se otorgan microcréditos para financiar emprendimientos.
A esto se le suma el programa de formación, en el que se trabaja con las mujeres en el reconocimiento de sus capacidades y habilidades para promover su desarrollo personal.
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La organización comenzó en el barrio Santa Rosa, en San Fernando, Buenos Aires, buscando combatir el hambre y atender la emergencia originada después de la crisis de 2001 en Argentina. Con el correr de los años, se fueron creando distintos proyectos y se estipularon diversas metas a cumplir.
En el año 2008, como resultado del crecimiento del Programa Bancos Comunales, decidieron enfocar todas las energías exclusivamente en el área de microcrédito para trabajar desde la lógica y los valores de la economía social y solidaria.
Actualmente, Nuestras Huellas acompaña a 650 emprendedoras en nueve municipios del noroeste de Buenos Aires. Sueñan con que haya más mujeres con la capacidad de vivir de su trabajo y de discernir qué es mejor para sus proyectos.
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Huellas tuvo la oportunidad de visitar y ver su trabajo, charlar con algunas de las tantas emprendedoras de la fundación y ver cómo lograron un cambio tan exponencial en sus vidas gracias a Nuestras Huellas y al esfuerzo de cada una de ellas.