Nacen híbridos entre cerdos y jabalíes en el sitio del accidente nuclear de Fukushima. Algo que pocos esperaban es que la vida silvestre haya prosperado en las cercanías del reactor japonés.

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El desastre de Fukushima y sus secuelas en el tiempo

Durante el año 2011 un terremoto sacudió la geografía nipona. Además de los desastres derivados del natural suceso telúrico, se añadió una emergencia de pinceladas radiactivas. La planta nuclear de Fukushima fue trastocada por el sismo.

Semejante destrucción del reactor nuclear fisuró los muros que contenían material contaminado. La planta quedó inoperativa, sin capacidad de controlar ni la fisión ni el calor. Fue necesario arrojar agua de mar para enfriar el infierno de los átomos en su estructura.

Finalmente, se pudo paliar la situación. Empero, buena cantidad de radiactividad se liberó. Además, el agua usada para enfriar la planta quedó contaminada y es ahora un material venenoso para la naturaleza.

Luego de Chernóbil, es el accidente nuclear más importante

Este suceso es etiquetado entre los 12 desastres ambientales más graves que ha sufrido el planeta. Desde el 2001, los alrededores del lugar se mantienen acuartelados bajo una estricta medida de seguridad.

Se considera nocivo estar cerca de Fukushima. Empero, la vida silvestre no reconoce estos límites y algunos animales―ignorantes de lo que es la “radiación” ―se cuelan por el sitio y viven en la zona vedada por los humanos.

Lo jabalíes, por ejemplo, merodean felices por la zona. Salvajes y sin temor a lo radiactivo, se han convertido en monarcas de un espacio abandonado por los humanos. Por ende, han prosperado y se han multiplicado.

Curiosamente, hace una década se escaparon unos cerdos domésticos en esa región. Al toparse con los jabalíes, se emparentaron. El resultado es una descendencia híbrida, que ha dado lugar a nuevas especies y razas.

Nuevas especies animales en medio del protocolo anti-radiación

En diez años han sido varias la generaciones y combinaciones de material genético. Por eso, hay ahora nuevas especies. La mezcla entre jabalíes y cerdos es el resultado de los cambios en la dinámica del lugar.

Por otra parte, hay una amarga disputa: las autoridades japonesas se disponen a verter agua contaminada de Fukushima en el mar. Esa agua está contaminada, pero no saben qué hacer con ella pues es muchísima.

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¿Aparecerá un nuevo ecosistema en los derredores de Fukushima? Quizás, esto suceda. Todo tiene consecuencias, las cuales suelen aparecer en las aristas menos imaginadas de las posibilidades y cálculos de la humanidad.

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