Durante el mes de agosto, en Japón rememoran el estallido de la bomba atómica. Los últimos supervivientes de ese evento dicen que “el infierno de la bomba atómica no debe repetirse jamás”, algo que ha causado un trauma en la historia mundial
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“Sentí como si hubiera caído el sol a la Tierra”
Con la anterior expresión, Chieko Kiriake describe lo que experimentó durante la explosión. Tenía 15 años en 1945 y ahora ya tiene 94. Él estaba en su ciudad natal, Hiroshima, cuando los aviones de EEUU liberaron su carga nuclear.
Chieko perdió el conocimiento. Cuando despertó, vio a muchos jóvenes heridos. Casi todos murieron por los efectos de las quemaduras y de la radiación posterior. Recuerda que hubo mucho miedo, se dijo que la “hierba no crecería de nuevo hasta dentro de 75 años”.
Pero, al año siguiente (1945), la hierba reverdeció en Hiroshima. Eso fue un rayo de luz, aunque los sobrevivientes tuvieron que pasar por muchos problemas de salud. La radiación causaba cáncer o hacía que los cultivos fuesen tóxicos.
¡Un infierno que no se debe repetir!
Quedan pocos sobrevivientes del infierno atómico en Japón. Son personas muy mayores, con 8 o 9 décadas de vida. Son el testimonio de los excesos de la guerra, a la vez que voces de alerta ante los recientes acontecimientos mundiales.
Los testimonios también hablan de secuelas de la explosión. Una de las más terribles, y menos conocida, fue la llamada “lluvia negra”. Una lluvia cargada de tierra, cenizas y residuos radiactivos, que quemaba la piel y su sabor era amargo.
La tierra se contaminó con la lluvia negra. Pocos árboles quedaron en pie luego del estallido, pero luego morían por esa lluvia negra que duró semanas. Se dice que hubo perros que murieron, entre gemidos, al beber esa agua de lluvia.
Luego, vino algo más: una injusta discriminación. Los sobrevivientes eran vistos como “contaminados”, cargados de radiación, no querían atenderlos en otras ciudades. Los confinaron en Hiroshima sin poder salir de la localidad.
La humanidad no ha aprendido la lección
Cuando Rusia invadió a Ucrania, en 2022, los sobrevivientes (y descendientes de estos sobrevivientes) empezaron una campaña en favor de la paz. No hay que olvidar que entre Rusia y Ucrania se encuentra Chernobyl, lugar conocido por el accidente nuclear de los años 80.
Los japoneses también han levantado un llamado a la paz para el Oriente Medio. Las constantes disputas entre Israel e Irán tienen la coletilla de una posible guerra nuclear. Los japoneses dicen que una guerra de ese tipo sería nefasta para la humanidad.
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¿Existe la posibilidad del estallido de una nueva bomba atómica? En opinión de los nipones, la humanidad ha olvidada las consecuencias de este tipo de armas. Los japoneses saben, en carne propia, cómo es el infierno de una explosión nuclear… algo nunca más debería repetirse.
Fuente:
BBC