Varios investigadores han pesquisado acerca de la increíble historia del espía transgénero que desafió a la corona francesa. Un personaje velado por sus polémicas en una sociedad bastante conservadora.
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Se trata de Chevalier d’Éon, una vida entre la polémica
Nació en 1728, siendo alguien con una educación muy completa. De hecho, encaja en la intelectualidad del Siglo de las Luces. Se codeó con personas como Voltaire y escaló puestos en la sociedad gala.
Nació con el nombre de Charles, pero luego se cambió el nombre a Chevalier. Fue nombrado emisario real en Londres por parte del rey Luis XV. Así empezó a trabar con la Secret du roi, una red de espionaje francés.
En 1763, el monarca galo lo relevó de su cargo y le ordenó regresar a Francia. No obstante, Chevalier se negó. Se quedó en Londres y empezó a especular con género, mostrándose como hombre y mujer a la vez.
Muchas especulaciones sobre su verdadero género
Desde 1770, hubo rumores de que Chevalier era en realidad una mujer. Su identidad se tornó tan misteriosa como la historia del Hombre de la Máscara de Hierro. El propio Chevalier se las ingeniaba para causar polémica.
Muchos lo confundían con una mujer. Al respecto, él daba la siguiente explicación: “nací niña, pero mi padre no quería heredar nada a una mujer. Así que me crío como hombre”. Y es que su aspecto confundía.
Incluso, vestido con traje masculino y militar, muchos decían que tenía aspecto femenino. Lo cierto es que desde 1777 empezó a usar vestidos, maquillaje y comportarse femeninamente. Además, tuvo problemas políticos.
En 1774, fue coronado en Francia un nuevo rey: Luis XIV. Este nuevo monarca pidió a Chevalier D’Éon que regresase a suelo francés y le entregase documentos obtenidos en su rol de espionaje en Inglaterra.
Sucede que Chevalier impuso condiciones: una pensión y ser reconocido como mujer. El rey aceptó, pero empezaron los escándalos. Chevalier se presentó con vestido femenino en Versalles y la gente se molestó.
Terminó encarcelado por “atuendo inapropiado”
El monarca lo hizo para acallar críticas. Luego de muchos problemas, prefirieron que volviese a Londres. Con el tiempo, le suspendieron la pensión y se dedicó a dar clases de esgrima, todo el tiempo con ropa femenina.
Murió a los 81 años, en condiciones económicas bastante estrictas. Pero las sorpresas no acabaron: los médicos que analizaron el cuerpo fallecido vieron que tenía genitales masculinos, por lo que era un transgénero.
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¿Habías oído de este personaje? ¿Qué te parece su historia? Es una de las historias más desconocidas e intrigantes, que ha sido rescatada por recientes historiadores del siglo XVIII francés.
Fuente:
LA NACION