Un hombre demandará a sus padres por haberlo hecho nacer sin pedirle permiso

Un empresario indio llamado Raphael Samuel planea demandar a sus padres por haberlo concebido sin su permiso. Si crees que eso es lo más extraño que has leído en la semana, puede que no seas el único.

El señor Samuel basa su creencia en al filosofía del antinatalismo, una corriente que analiza el alto nivel de sufrimiento por el que la mayoría de las personas del mundo pasan durante sus vidas, y algunos de sus partidarios alientan a otros a no tener hijos o a cuestionar las razones por las que algunos tienen hijos.

Uno de los partidarios, Arthur Schopenhauer, dijo en su obra Sobre el sufrimiento del mundo lo siguiente: "Si el acto de la procreación no fuera acompañado de deseo y sentimientos de placer y se basara en la base de consideraciones puramente racionales, ¿existiría la raza humana hoy? Tendríamos compasión por las siguientes generaciones como para preferir ahorrarles la carga de la existencia o al menos para no dejar sobre ellos esta carga a sangre fría".

Samuel hizo saber sus intenciones a su madre hace 6 meses durante un desayuno juntos, y ella, que es abogada igual que su padre, se lo tomó con humor, pero afirmó que si iban realmente a juicio, no tendría misericordia con él por ser su hijo.

Samuel es de Mombai y desde hace tiempo inició un portal de Facebook llamado Nihilanand, en el que sube mensajes antinatalistas disfrazado con una barba enorme y unos lentes oscuros. Algunos de los posts dicen cosas como "¿Por qué debo sufrir? ¿Por qué debo quedarme atrapado en el tráfico? ¿Por qué debo hacer cualquier cosa si no quiero?".

Samuel, por supuesto, entiende que es imposible obtener el permiso de una persona que no ha nacido, pero le confesó a BBC News que aun así "no fue nuestra decisión haber nacido". A sus preocupaciones sobre el sufrimiento de la condición humana se suma el hecho indiscutible de que los humanos le hemos hecho y seguimos haciendo mucho daño al planeta y sus demás habitantes.

Por lo tanto, Samuel cree que el mundo se beneficiaría con la desaparición de la humanidad, una idea que ha ido creciendo en su mente desde que tenía 5 años, cuando le preguntó a su padre por qué lo concibieron, y este fue incapaz de darle una respuesta satisfactoria.

Samuel es realista en cuanto a que entiende que probablemente su caso realmente no tiene muchas probabilidades de ser exitoso, y que probablemente ningún juez se lo tomará en serio, pero dice estar motivado por su deseo para afirmar sus creencias.

Tan evidente es que pocos se lo toman en serio, que en 6 meses no ha sido capaz de hallar un abogado que lo defienda. Aun así, su deseo por dejar el precedente lo impulsa a seguirlo intentando.

“La única razón por la que sus niños enfrentan problemas es porque ustedes los tuvieron. ¿No es acaso secuestro y esclavitud obligar a un niño a llegar a este mundo y obligarlo después a tener una carrera?”, asegura Samuel.