La consideran una habilidad blanda, pero es importante. Predice el éxito de los niños más que el coeficiente intelectual. Con algunos consejos, así puedes inculcar perseverancia en tus hijos y potenciar sus metas.
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La perseverancia, esa gran desconocida
Mucho se habla sobre cómo educar a los más pequeños. La educación infantil tiene varios paradigmas, pero lo cierto es que el pequeño debe adquirir habilidades. Una de estas capacidades es la perseverancia.
El mundo padece de procrastinación, de gente que tiene grandes sueños e ideas… pero no los lleva adelante. En cierta medida es por ausencia de constancia, pero la persistencia necesita de ciertas herramientas para lograrse.
¿Cómo inculcar la perseverancia en los niños?
No es fácil, ya que son varios los factores que alteran esta habilidad. Por ejemplo, las distracciones o la ausencia de motivación. Al respecto, los niños aprenden la cualidad de la perseverancia con herramientas como las siguientes.
1. Combatir el desánimo
Los niños pueden desanimarse si algo no resulta como desean. Deben aprender a motivarse, saber qué si algo no ocurre, entonces han descartado algo e iniciar por otra senda. Nada de desanimarse por mínimos obstáculos.
2. Aprender de los errores
La mala valoración de los errores causa problemas. Equivocarse es descartar, no volver a hacer lo mismo que conllevó al error. Por ende, los niños deben ver los errores como aprendizajes y como detonante de desmotivación.
3. Dividir las tareas
Uno de los grandes problemas es asumir tareas enormes, cuya simple escala causa desazón. Los grandes retos se dividen en faenas pequeñas.
4. Festejar pequeños logros
Cada pequeño logro es importante. Si algo resta fuerza a la perseverancia es que no se festeje ni se reconozca lo alcanzado. De ese modo, se aprende a dar fuerza a los pequeños pasos hacia la meta.
5. Incentivar la concentración
La concentración es vital, ya que evita perder el tiempo. Lo mejor es usar un cronómetro y pedir que no deje lo que está haciendo hasta que suene la alarma. De ese modo, se acostumbra a concentrarse al máximo.
6. Valorar la iniciativa
Si el niño empieza a hacer algo por su cuenta, no hay que detenerlo. No hay mejor motivación que aquello que los propios niños se plantean.
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¿Imaginabas que la perseverancia era tan importante? Pues, se trata de una excelente herramienta para la vida. Implica batallar contra circunstancias externas y propias. Además, requiere de una dosis de disciplina.
Fuente:
businessinsider.es