Vamos a comentar acerca de la fábula del vaso de agua y la importancia de soltar las cargas de la vida. Un excelente ejemplo de cómo aprender a valorar las cosas y tener una mirada diferente sobre el mundo.

Un día, un profesor, estaba en su salón de clases…

Así inicia esta fábula que se ha tornado tan popular en las redes sociales. Se basa en recrear un ejemplo, el cual sirve para que los alumnos entiendan algo más allá de una enseñanza convencional, una lección de vida.

El profesor notó que los alumnos estaban preocupados y estresados, con los problemas típicos de las entregas finales de asignaturas. Decidió hacer algo: era hora de hablar de algo diferente a los contenidos de su materia.

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¿Qué hizo el docente? En ese momento, levantó un vaso de agua y pidió a todos que prestasen atención. Los estudiantes levantaron la mirada: el profesor había cambiado por completo el tema de la materia.

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¿Cómo ven ustedes el vaso? ¿Medio lleno o medio vacío?”

Los alumnos esperaron la típica interrogante respecto a los vasos con agua. Pero su verdadera intención era ir más allá. Quería educar de una manera diferente. Por eso, el docente preguntó otra cosa:

“¿Cuánto creen que pesa el vaso con agua”

Hubo muchas respuestas tentativas: 250 gramos, una libra, 250 mililitros… Cada alumno lanzó una respuesta aproximada. La contestación del profesor fue lo más importante:

“Jóvenes, el peso es completamente irrelevante. Lo importante es cuánto tiempo sostengan el vaso…”

Los alumnos se quedaron pensativos. Aquello locución del profesor los había tomado por sorpresa.

“Si alguien sostiene el vaso durante un minuto no hay ningún problema. En cambio, si el vaso se mantiene sostenido por más de una hora empieza a doler todo el brazo. Y si lo sostengo todo el día, acabaré con el brazo paralizado”.

“El peso del vaso de agua no cambio. De hecho, es poco peso. Pero, si lo sostengo todo el día se hará más pesado. Igual sucede con el estrés, angustias y dilemas de la vida. Pensar mucho estas cosas, las hace más grandes”.
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Una linda lección de vida

Tenemos una mala costumbre: pensar más las cosas negativas. Les otorgamos más importancia, las engrandecemos. Como resultado, invertimos más energía de lo debido en cosas que nos desgastan.

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¿Has pensado mucho en algo negativo? Al hacerlo, se engrandece ese algo que nos roba energía. Hay que aprender a soltar rápido, solo darle la atención que se merece. Una buena lección para la vida.

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