Según los datos de la Organización Mundial para la Salud (OMS), en 2019 casi mil millones de personas en todo le mundo estaban afectadas por un trastorno mental.
Desde la pandemia, estas cifras son mucho más altas: en el primer año de la crisis del COVID-19 la depresión y la ansiedad aumentaron más de un 25 por ciento.
En muchos casos, tomar antidepresivos es el único remedio para aliviar los síntomas.
Pero, según revela una nueva investigación de la Universidad de Georgetown en Washington DC, publicada en la revista JAMA Psychiatry, realizar ejercicios de conciencia plena puede ser, en algunos casos, tan eficaz para tratar los trastornos de ansiedad como los fármacos antidepresivos para tratar los trastornos de ansiedad.
Primera vez que se compara la meditación de atención plena con antidepresivos
El estudio comparó durante ocho semanas un curso de técnicas de reducción del estrés basadas en la atención plena del método MBSR con un curso de escitalopram, un fármaco conocido como Lexapro y considerado un antidepresivo de referencia.
Se realizaron encuestas de seguimiento hasta 24 semanas después de la inscripción mediante una evaluación denominada escala de Impresión Clínica Global de la Gravedad (Clinical Global Impression of Severity, CGI-S), medida en una escala de 1 a 7 (siendo 7 ansiedad grave).
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Los que habían probado mindfulness vieron cómo sus puntuaciones descendían una media de 1,35 puntos, mientras que los que tomaban escitalopram vieron cómo sus puntuaciones descendían una media de 1,43 puntos.
En términos de significación estadística, ambas intervenciones están al mismo nivel.
Conciencia plena recetada por el médico
"Nuestro estudio aporta pruebas para que los clínicos, las aseguradoras y los sistemas sanitarios recomienden, incluyan y reembolsen la reducción del estrés basada en la conciencia plena como tratamiento eficaz para los trastornos de ansiedad", afirma la psiquiatra Elizabeth Hoge, de la Universidad de Georgetown, en Washington DC.
Doscientos ocho pacientes completaron el tratamiento prescrito por los investigadores. El programa de atención plena incluía clases presenciales de dos horas y media una vez a la semana, con un retiro de un día durante la quinta o sexta semana. Además, se recitaban 45 minutos diarios de ejercicios en casa.
Los antidepresivos pueden ser útiles para tratar la ansiedad, pero no funcionan para todo el mundo, pueden ser difíciles de adquirir y tener efectos secundarios como las náuseas.
"Una gran ventaja de la meditación de atención plena es que no requiere un título clínico para formar a alguien como facilitador de atención plena", dice Hoge. "Además, las sesiones pueden realizarse fuera de un entorno médico, como en una escuela o un centro comunitario".
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Meditación requiere más dedicación
Sin embargo, los investigadores subrayan que la atención plena requiere más compromiso y tiempo que la medicación. Tampoco está claro hasta qué punto pueden ser eficaces los ejercicios de meditación basados en aplicaciones, sin el apoyo presencial.
Sin embargo, los investigadores subrayan que la atención plena requiere más compromiso y tiempo que la medicación.
Tampoco está clara la eficacia de los ejercicios de meditación basados en aplicaciones, sin el elemento presencial.
"Es importante tener en cuenta que, aunque la meditación mindfulness funciona, no todo el mundo está dispuesto a invertir el tiempo y el esfuerzo necesarios para completar con éxito todas las sesiones necesarias y hacer prácticas regulares en casa, lo que potencia el efecto", dice Hoge.
Fuente: DW