Un estudio determinó que los niños comparten la mayoría de sus genes con su abuela, no sus padres

Las abuelas son lo mejor que hay en el mundo, ¿verdad? Eso nadie lo pone en duda, pero en realidad son mucho más geniales de lo que imaginabas, y hay razones científicas detrás de esto.

Muchos nos quedábamos dormidos mientras el profesor de biología nos explicaba los procesos genéticos que nos hacen ser quienes somos por medio de la modificación del ADN, pero lo cierto es que todos los días vivimos con los resultados de la forma en la que se expresan nuestros genes.

Algunos de estos genes se pueden expresar de maneras muy inesperadas. Por ejemplo, ¿has notado alguna vez que algunos nietos y nietas son idénticos a sus abuelas, ya sea físicamente o en términos de personalidad?

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Esto no es para nada una coincidencia, sino más bien una expresión epigenética de las cualidades de la abuela.

La epigenética es el estudio de los mecanismos que regulan la expresión de los genes sin una modificación en la secuencia del ADN. Es decir, estudia el efecto de las influencias ambientales y sus efectos en nuestra apariencia y otras cualidades de nuestros cuerpos y personalidades.

Pero, ¿qué significa esto en nuestro día a día? En palabras sencillas, significa que algunos de nuestros genes (o los de nuestros antepasados) puede "activarse" o "desactivarse" dependiendo de las condiciones ambientales que experimentaron durante sus vidas o durante su gestación en el vientre materno.

Según la doctora de Biología Molecular Viviana Bernath, Directora del Centro de Estudios Genéticos GENDA, la epigenética se manifiesta en función de la alimentación, el estrés, el afecto, el clima, la educación, el cuidado, y mucho más. En otras palabras, es la forma en la que el ambiente influye en la forma en la que tus genes se manifiestan.

Dependiendo de estos factores externos, ciertos genes pueden "saltarse una generación" y aparecer nuevamente en la siguiente. Esto puede significar que, si la abuela tenía una habilidad natural para la cocina, las operaciones matemáticas, la pasión por la lectura o cualquier otra cualidad, es posible que los genes que dominan estas cualidades se "apaguen" en la generación de tu padre o tu madre.

Igualmente, estos genes pueden "encenderse" en la siguiente generación, es decir, la tuya y la de tus hermanos y primos más cercanos.

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Esta influencia genética que las abuelas maternas tienen en sus nietas mujeres, así como también la influencia emocional puede seguir activa en su ADN, aun cuando ya haya pasado una generación.

Por supuesto, estos genes también pueden manifestarse por medio de una propensión mayor a ciertas enfermedades, como la diabetes, la obesidad, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares, etc.

Por el contrario, también pueden manifestarse como una "inmunidad" o resistencia natural a estas enfermedades. También significa que es posible cambiar tus marcadores epigenéticos para mejorar o empeorar las tendencias de salud de tu descendencia.

En la actualidad el encendido y apagado de los genes es uno de los temas centrales de investigación, ya que explicaría el origen de muchas enfermedades como la diabetes o los problemas cardiovasculares, y también aspectos de la personalidad individual. Sin embargo, aún queda mucho por aprender y muchos misterios por resolver.