Al igual que el resto de su familia, los cefalópodos demuestran cada día que la capacidad de sus mentes no deben ser subestimadas por el humano. Y para muestra, un animal de esta especie pasó satisfactoriamente una prueba cognitiva diseñada para niños.
Los cefalópodos son una familia de animales marinos en la que se encuentran los pulpos, calamares, nautilos y sepias. En este experimento, fue la última criatura que superó en una versión de la prueba del malvavisco de Stanford.
Este test fue desarrollado en 1972 por el psicólogo Walter Mischel, y se trató de una tarea simple. A un niño se le ofrecería un malvavisco, el cual podría comer allí mismo, o si esperaba 15 minutos sin comer el que le habían dado, le daban dos malvaviscos.
En una nueva investigación publicada en la revista Proceedings of the Royal Society B, se les dio un experimento similar a las sepias. Consistía en que si lograban resistirse a comer el alimento que tenían frente a ellos, recibirán una porción mayor en el transcurso del día.
La oportunidad de dirigir el estudio en esta ocasión fue dada a Alexandra Schnell de la Universidad de Cambridge y realizada en el Laboratorio de Biología Marina. En conjunto con Schnell se encontró Roger Hanlon, un destacado experto en el comportamiento de los cefalópodos.
Vínculo entre autocontrol e inteligencia
En los últimos años los cefalópodos han logrado captar la atención de los biólogos marinos y demás investigadores, principalmente por su impresionante inteligencia. Una característica que los ha convertido en blancos de diversos experimentos y evaluaciones que buscan medir sus capacidades cognitivas. Y una prueba de sus habilidades ya ha sido demostrada con el reciente test de inteligencia.
Según un comunicado de prensa, Schnell explicó: "las sepia en el presente estudio pudieron esperar la mejor recompensa y toleraron retrasos de hasta 50-130 segundos, lo que es comparable a lo que vemos en vertebrados de cerebro grande como los chimpancés"
Esta investigación marca la primera vez que se ha encontrado un vínculo entre la inteligencia y el autocontrol en animales distintos del ser humano y los chimpancés.
Otras pruebas también fueron superadas
Las sepias que pasaron la prueba del malvavisco también mostraron un mejor desarrollo cognitivo en otra tarea de aprendizaje. Esta vez consistía en asociar una señal visual con una recompensa de comida. Luego, los investigadores invirtieron la prueba, asociando la recompensa con una señal diferente.
Schnell dijo: "Las sepias que fueron más rápidas en aprender ambas asociaciones fueron mejores para ejercer el autocontrol".
Los hallazgos mostraron que la sepia puede "tolerar retrasos para obtener alimentos de mayor calidad comparable a la de algunos vertebrados de cerebro grande". Sin embargo, los investigadores no están completamente seguros de por qué.