Para muchos dueños de mascotas, la idea de pasear a un gato con correa puede parecer poco convencional. Sin embargo, para Jade de Monyé, esta práctica se convirtió en una revolucionaria transformación en su vida. Residente de Shropshire, Jade adoptó a Figaro, un cruce entre Maine Coon y Ragdoll, después de la trágica pérdida de una mascota anterior en un accidente de tráfico. Inspirada por las aventuras de Suki, un gato viajero famoso en redes sociales, decidió entrenar a Figaro en el uso del arnés desde su llegada.
Figaro demostró ser excepcionalmente valiente y se adaptó rápidamente al arnés. "Él es intrépido, nada lo perturba", menciona Jade, destacando cómo en apenas una semana, Figaro ya se había acostumbrado al arnés y empezó a explorar el exterior con ella. Además, se familiarizó con un transportín, pero lo que realmente sobresalió fue su comportamiento durante los paseos: relajado y curioso, siempre con la cola erguida, un signo de felicidad en los felinos.
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Jade adopta una filosofía de respeto y paciencia, permitiendo que Figaro explore a su propio ritmo. "Abro la puerta del coche y dejo que sea él quien decida si quiere salir. Nunca lo fuerzo a nada", explica sobre su enfoque flexible y considerado hacia los paseos.
Los paseos con Figaro no solo han beneficiado al gato, proporcionándole estimulación y ejercicio, sino que también han tenido un impacto significativo en Jade. Diagnosticada con esclerosis múltiple en 2019, encontró en estos paseos una forma de terapia física y emocional. "Antes solía encerrarme y compadecerme de mí misma en mis días libres", comenta. "Figaro me ha motivado a salir de casa y mantenerme activa, algo crucial para mi bienestar".
Este cambio en la rutina de Jade no solo ha aliviado algunos síntomas de su condición, sino que también ha enriquecido su vida social y emocional, brindándole una nueva perspectiva y disfrute del mundo exterior junto a su compañero felino.
Fuente: bbc.com.