¿A quién no le ha pasado de conocer (o pertenecer) a un grupo de amigas que quedan embarazadas al mismo tiempo? Es una situación bastante común, que ha instalado la idea de que el embarazo se contagia.
Sin embargo, siempre hemos supuesto que se trataba más de una cuestión generacional que de un contagio. A determinada edad las mujeres sienten que ya ha llegado el momento de ser madre, y por eso en un grupo de amigas de similar edad, no es extraño que suceda un “embarazo múltiple”.
Pero la ciencia ha venido a despejar las dudas, y a demostrarnos una vez más que los mitos populares suelen ser más exactos de lo que creemos.
Pues parece que el embarazo sí se contagia, después de todo. ¡Increíble!
Dos estudios, mismo resultado
Dos estudios, uno alemán de 2012 y uno italiano de 2014 vienen a demostrar que, especialmente en grupos de amigas, el embarazo parece pegarse. Es decir, que si una de las mujeres del grupo queda embarazada, se duplican las posibilidades de que otra también lo haga en el próximo año.
Es estudio de Nicoleta Balbo, investigadora de la Universidad de Bocconi, Italia, siguió a 1.700 mujeres durante 15 años, de los 15 a los 30, para llegar a esa conclusión. Con lo cual, quedaría eliminada la hipótesis de que se trata simplemente de una cuestión etaria.
¿Por qué se contagia el embarazo?
Luego de analizarlo exhaustivamente, ambos estudios han llegado a la conclusión de que el hecho de que el embarazo se contagia está ligado, principalmente a una cuestión de confianza.
Ser madre es una decisión sumamente difícil de tomar, sobre todo porque las mujeres muchas veces no se sienten preparadas para hacerlo.
Pero al ver a una amiga o compañera cercana embarazada o siendo madre, la confianza en poder hacerlo aumenta. Entonces, aquellas mujeres que ya sentían el deseo de tener un hijo pero no estaban seguras, se sienten más incentivadas.
La incertidumbre que genera la maternidad hace que muchas mujeres la posterguen… ¡Hasta que alguna amiga lo haga primero!
Además, de acuerdo a los investigadores, la fertilidad está fuertemente asociada al entorno. El efecto contagio, entonces, también tiene que ver con el “miedo a quedarse afuera”, con la presión social, y con el “deber ser”.
En esos casos, todavía queda mucho camino por recorrer hacia una maternidad verdaderamente deseada con el corazón, y no por imposición social.
Sólo entre amigas
Como dato de color de la investigación italiana, se ha demostrado que el “contagio” se da sólo entre amigas o compañeras.
En cambio, puede ser inverso cuando se trata de hermanas: si una de las dos se embaraza, las ganas de tener bebés de la que no tiene hijos declinan después de que nace el sobrino.
Fuentes: