En la segunda mitad del siglo XVIII, hubo una transformación económica, social y tecnológica. La industria se revolucionaba y se lograba la producción en masa de distintos bienes. Hoy, comenzamos a salir de la mayor pandemia de los últimos tiempos con mayor consciencia y poniendo en auge una gran pregunta: ¿Cómo podemos cambiar nuestros habitos y tener un menor impacto medioambiental?

Economía lineal

Desde hace más de 200 años, nuestra economía a nivel mundial se encarga de trabajar de forma lineal. ¿Qué significa, te estarás preguntando? Esta economía lo que hace es extraer materia prima y manufacturar el producto deseado. Por un lado, vender este producto y por otro lado los remanentes en su gran mayoría son tirados a los vertederos. Eso no esta tan mal, me diría mi abuela. Tal cual, antes de la pandemia no. Hoy todo se acelero a raíz de esta crisis y podemos plantear una gran receta.

“Los desperdicios son un error de diseño”

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Economía circular

Hace un tiempo, se viene gestando la idea de economía circular, hoy se logró un gran salto y tenemos empresas grandes abogando por este sistema. ¿Qué hace tan distinto a este sistema del lineal? Sencillo. No hay desperdicios. Imposible me dirán los escépticos, pues no mis queridos lectores.

Por ejemplo, marcas como Microsoft ya tienen a la venta productos con plásticos reciclados del mar, Adidas que continua por le mismo camino.

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¿Qué pasó en el 2020?

Claramente, la pandemia puso en jaque el sistema actual, y generó miles de preguntas e interrogantes para analizar qué estaba mal del sistema y cómo cambiarlo. A raíz de estas preguntas, surgieron las necesidades de los consumidores, obligando a las empresas a comenzar a cambiar su imagen de marca y hasta sus productos en sí.

El rol del diseñador contemporáneo

El primer desafío que tenemos hoy como diseñadores es encontrar lo que llamamos “minas de oro verde” ¿Y eso? Vuelve a preguntar la abuela. Son esos nichos de la industria donde encontramos desperdicios que podemos reutilizarlos. Un gran ejemplo es el trabajo que se ha hecho sobre el desarrollo con la cáscara de huevo. Logrando un biomaterial.

El segundo desafío es: ¿Cómo adaptar un material nuevo, a productos ya existentes? Esta parte es esencial, donde los diseñadores necesitan hacer un estudio de los aspectos organolépticos ( la percepción de nuestros sentidos sobre los materiales ) y de esta manera saber cómo desarrollar el producto.

El tercero es tener en cuenta las tendencias para que los consumidores que están buscando un nuevo horizonte más consciente de consumo, puedan tener el producto que desean.

El mate como ritual del encierro desencadenó en Changui

Todo sucedió rapidísimo. Pasamos de estar en un bar con amigos a estar encerrados 24/7. Ni mi perro entendía que pasaba y por que no paseaba. Entre cuatro paredes y con días tan parecidos entre si, una de las pocas cosas que nos desconectaban eran tomar unos mates con tostadas, poner la música preferida y mirar un rato por la ventana. La ansiedad de no poder salir se veía canalizada a través de este objeto tan tradicional en Argentina.

Dedicando un momento de pausa a nosotros mismos, preguntándonos muchas cosas como todos, en un momento surgió un disparador ¿Cómo podemos usar esta coyuntura social y económica en un producto pero de manera novedosa?

No sabíamos por dónde empezar, así que empezamos por lo que teníamos a mano. Un mate. ¿Que desperdicios hay del mate? Casi al instante se contesta esta pregunta , los que tiramos cuando terminamos de tomarlo. Hermoso desperdicio, pero difícil juntar en cantidad y además está húmedo. Desperdiciar energía secándolo no parecía una buena idea. Caminamos hacia atrás buscando el inicio. Descubrimos que la industria yerbera cuando tamiza tiene un excedente de polvo.

Este polvo por distintas regulaciones burocráticas no lo pueden tirar a los basurales, es por eso que lo acopian. En un comienzo una PYME de Buenos Aires nos vendió su excedente, pero queriamos dar con los pequeños productores. Nos costo mucho llegar a ellos y que nos vendieran esto, ya que al ser algo desconocido desconfiaban.

Utilizando nuestros conocimientos en matricería y diseño industrial logramos dar con la clave para el desarrollo del mate a partir del polvo de yerba.


Changüi , lo que generó un desperdicio

El nombre Changüí en el lunfardo argentino significa “oportunidad” , nos gustaba mucho que no perdiera el eje central de darle una segunda oportunidad a los excedente y desperdicios.. Nuestra idea a futuro es generar otros productos otorgando una segunda vida.

Nuestra visión es poder revalorizar el oficio de quienes ocupan distintos lugares en la cadena productiva. Buscamos un precio justo por su trabajo. Hoy en día contamos con las personas que trabajan en la maderera de nuestra ciudad que nos entregan las maderas para las bases a partir de distintos desperdicios que tienen. La gente que trabaja en el CNC que mecanizan las bases. Un amigo nuestro hace toda la parte del grabado laser y nosotros ( Tomi, Joaco, Vicky) la producción , logística , diseño e imagen de la marca.

En octubre del 2020 comenzamos a desarrollar este objeto. En junio del 2021 salimos a la venta. Hasta el momento ganamos 2 premios. Uno en la feria puro diseño y otro del FNA (Fondo Nacional de las Artes). Nuestra meta a futuro es presentarnos en el sello del buen diseño.

Hoy es un lugar de encuentro y desafío para nosotros que es nuestro primer proyecto grupal. Siempre surgen nuevas interrogantes, distintos debates y por supuesto distintas visiones que convergen en una sola.

¿Qué esperamos a futuro?

Tener el mejor servicio de post venta posible. Que nuestro público sea participativo en nuestras decisiones , de esa manera obtener un feedback sobre nuestros aciertos y errores para mejorar. Tambien nos gustaría abarcar más objetos. Ya estamos en proceso para cambiar nuestras bases de madera por un material reciclado (pero todavía esto es un secreto) La segunda vida de los objetos incluso de los nuestros nos parece un eje fundamental para atender. Nos planteamos una frase que quedó a fuego en el equipo.

“Los desperdicios del hoy, son los productos del mañana”

Y ustedes... ¿Qué opinan de este producto? ¿Se te ocurrió algún otro desperdicio que podría ser utilizado? ¡Dejanos tus comentarios!