Quizás alguna vez te pasó a ti o has visto a alguna pareja que parecía que directamente hablaba en otro idioma; que se reía de algo que nadie comprendía; que hacía sus propios gestos; o que se llamaba de formas indescifrables para los demás.

Es que cada pareja construye a su interior, su propio universo. Y esto es una de las cosas más lindas que tiene la magia de compartir la vida con otro.

Pero, más allá de este mundo en común, en cada pareja cada persona sigue existiendo por separado (¡y es vital que así sea!). Por eso, esta nota intenta ser un recordatorio para que estar en pareja sea nutritivo y enriquecedor para ti, pero no te haga perder tu ser en la simbiosis. Recuerda estas cosas para que las cosas funcionen.

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Enamorados

Si tu tipo de pareja es de las que se conoce hace relativamente poco tiempo y están en la etapa de enamoramiento donde todo lo del otro es motivo de admiración, y quieren estar todo el tiempo juntos; suéltate. Es cierto que no debes olvidar que ésta es una etapa del amor y que de a poco las cosas irán cambiando de lo ideal a lo real. Pero, como esto será así, lo mejor que puedes hacer es tenerlo presente, intentar conservar tus espacios, seguir viendo a tus amigos/as, haciendo lo que te gusta; pero también disfruta y relájate porque es el momento más lindo del amor.

A la distancia

Si tienes una pareja a la distancia, hay cosas que seguramente te resultarán mejores y otras no tan buenas en comparación a cualquier otra relación. Por ejemplo, tienes la ventaja de que la rutina no te agobia; pero seguramente hay veces que necesitas sentirte junto a tu pareja, físicamente. En este caso no debes olvidar que así como ya lo sabes, el espacio y la distancia pueden a menudo ser vitales, generar aire en la relación; pero también el contacto, la conexión emocional, lo físico, también tiene su valor. Es importante que no idealices y que seas realista con lo que necesitas.

Estable

Si tu tipo de pareja es de las que llevan muchos años juntos y ya se conocen bastante, no debes olvidar que lo novedoso muchas veces es vital. Probar nuevas experiencias, salir de la rutina, es fundamental para mantener viva la pasión y el deseo.

Conflictivos

Si tu tipo de pareja es de las que "necesita" el conflicto permanente para sentirse "viva", debes recordar que en la quietud también hay cosas buenas (no siempre lo calmo es sinónimo de aburrido o sin corazón). Busca sentir pasión y entrar en contacto con lo emocional de otras formas menos nocivas para ambos.

Sin compromiso

Si tienes un tipo de relación sin compromiso, el tema del desapego posiblemente no es algo que debas recordar, pero sí el respeto, no solo hacia el otro sino sobre todo primero hacia ti mismo. Si en algún momento las cosas no son como quieres, no intentes simular nada; guíate por lo que necesitas y sé sincero contigo mismo.

Independientes - Abierta

Si tienes una relación independiente o abierta, el desapego también ya debes tenerlo más trabajado. Pero, en muchos casos, a veces puede ser más una cuestión teórica, algo que "queremos" ser o hacer, pero no algo que sentimos de corazón. Entonces, ante todo, sinceridad contigo. Y luego, también recuerda que a veces "el que mucho abarca, poco aprieta". Que la ilusión de la cantidad de posibilidades no te quite del centro de saber que cada vínculo y cada ser, aunque no conlleve un compromiso, merece tu valoración y respeto.