Si pensamos en un diario íntimo, seguramente nuestra memoria nos lleve a la infancia o a la adolescencia. En estas etapas de nuestras vidas, comenzábamos nuestro cuaderno escribiendo un “querido diario”. Luego, nos dedicábamos a plasmar en el papel todo lo que se nos pasaba por la mente: contábamos lo que vivíamos día a día, nuestras salidas con amigos, las peleas con algún amor, poníamos en palabras nuestros deseos y hasta nos tomábamos el tiempo para decorarlo.
Pero llevar un diario no tiene porque ser una actividad exclusiva de niños y adolescentes, ni ser vista como un juego o pasatiempo, ya que se ha descubierto que esta práctica tiene grandes beneficios para la salud.
La investigación más conocida que se ha realizado hasta el momento fue llevada a cabo por James Pennebaker en la Universidad de Texas. Luego de realizar varios experimentos, arribaron a la conclusión de que escribir en forma regular tiene grandes beneficios, no sólo para nuestra salud física sino también -y sobretodo- para la emocional. Alivia el estrés y la depresión, nos ayuda a recuperarnos de hechos traumáticos y refuerza nuestro sistema inmune.
Gracias a este estudio, pudieron comprobar que personas que habían sido expuestas a una vivencia traumática y escribían sobre ella durante quince minutos, tres veces por semana, visitaban a su médico la mitad de las veces que aquellos que no habían escrito. Los primeros, produjeron menos cantidades de cortisol, hormona que favorece el estrés, y aumentaron la capacidad de sus anticuerpos de responder ante bacterias y virus.
Estos son otros beneficios de mantener un diario íntimo a través del tiempo:
Reduce los niveles de estrés
Al plasmar en un papel, sin un filtro y de modo catártico, todas las emociones y pensamientos que pasan por nuestra mente, les estamos dando lugar para que aparezcan. Los estamos liberando de alguna forma. Es decir ya no están en nuestra cabeza de forma difusa, ocasionándonos malestar, sino que ahora tienen una forma específica: las pusimos en palabras.
Al hacerlo, liberamos la tensión y ahogo que podemos sentir a partir de los problemas que nos acechan a diario.
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Amplia la perspectiva de nuestros problemas
Escribir un diario nos ayuda a volver sobre nuestros problemas y preocupaciones desde otra mirada. La mejor forma de ordenar el caos emocional y mental es pasarlo a un papel. Podemos analizar lo que nos preocupa desde otro punto de vista, quizás de un modo más frío. También podemos generar nuevas alternativas y soluciones ante diversas situaciones problemáticas.
Además, nos permite mirar hacia atrás de un modo más consciente. Podemos captar los errores y logros que hemos tenido, recuperar aquellas vivencias que creíamos que habíamos perdido y hasta comparar lo que actualmente estamos atravesando con situaciones similares del pasado.
Al pasar en limpio lo que nos sucede y reelerlo un tiempo después, nos ayudaremos a desdramatizar diversas situaciones. Cuando vemos nuestros problemas desde otra perspectiva, experimentamos liberación y alivio.
En definitiva, cuando miramos hacia atrás y vemos todo lo que superamos, nuestros logros y virtudes, la manera en que pudimos afrontar situaciones adversas, nos produce cierto bienestar y esto nos lleva a tener una mirada más amorosa sobre nosotros mismos.
Nos da un espacio propio y de libertad total
Es recomendable dedicarle a nuestro diario al menos al menos quince minutos por día. Debemos buscar un lugar y momento indicado para hacerlo y por sobretodo debemos ayudarnos a escribir sin ningún tipo de censura.
Al hacerlo, inevitablemente conectaremos con lo que somos. Seremos honestos porque no tendremos la presión de mostrárselo a nadie. Muchas veces nos privamos de decir lo que nos pasa por el miedo al qué dirán. Sin embargo, al tener un diario íntimo, nos sacaremos de encima tal peso y nos sentiremos libres para escribir de un modo genuino y real.
Tómalo como una especie de meditación, como un momento que te regalas a tí mismo para sentirte más relajado y desestresado. Es tu espacio personal: nadie va a leerte. Ni siquiera tu mismo tienes la obligación de releerte si no lo deseas.
Favorece la introspección y el autodescubrimiento
Visualicemos la escritura del diario personal como una especie de viaje hacia nuestro interior. Escribir lo que nos sucede día a día, a la larga nos ayuda a una mayor comprensión de quiénes somos, nos permite reconocernos y darnos existencia.
Podemos descubrir pensamientos que no sabíamos que teníamos, porque no les dábamos el espacio para que aparezcan; aclarar nuestras emociones; ser conscientes de lo que nos sucede físicamente cuando por ejemplo, estamos enojados, tristes o contentos; aprender a identificar donde vivenciamos cada emoción (en el pecho, en la garganta, en la cabeza). Además, entender mejor lo que nos mueve y nos inspira, como también lo que nos preocupa.
En definitiva podemos conectar con nosotros mismos, entender mejor nuestro presente y a partir de allí mirar con otros ojos nuestro pasado y proyectar hacia el futuro.
Nos ayuda a recordar
La memoria puede engañarnos: distorsiona experiencias, agrega o elimina elementos según su parecer. Con la vorágine diaria hay diversas situaciones que se nos escapan, experiencias que no recordamos y situaciones importantes que terminamos olvidando en un futuro.
Al crear el hábito de escribir diariamente estamos generando un recuerdo muy valioso para el futuro, una especie de foto que nos indica cómo estábamos en cierta etapa de nuestras vidas. Esta imagen emocional nos hablará de cuáles eran las actividades diarias que realizábamos, las personas que nos rodeaban, los malestares y alegrías y hasta las metas que teníamos para el futuro.
Es una gran sensación poder volver a nuestro diario y observar quiénes eramos, hasta poder comprobar cuáles de nuestros deseos pudimos concretar y cuáles no. Llevar un registro diario nos ayuda a revivir y recordar estas experiencias que de no haberlas escrito, las hubiésemos olvidado. Nos ayuda a mantener el recuerdo vivo.
Estimula la creatividad
Nos convertimos en escritores, pero en vez de narrar historias ajenas, escribimos sobre nuestra propia vida. El ver nuestra existencia desde afuera, nos ayuda a que aparezcan ideas nuevas e inesperadas. Escribir sobre lo que experimentamos, no sólo nos ayuda a procesarlo desde otra perspectiva sino que podemos ver nuevas oportunidades en situaciones que creíamos chatas.
Seguramente has vivenciado cómo el escribir sobre algún pensamiento, te ha llevado a otro y a otro, así hasta darte cuenta de una verdad. Además, puedes utilizar tu diario para hablar de otras cosas, como por ejemplo: películas o series que hayas visto; libros; hacer una lista de tareas; hablar sobre un viaje; hacer dibujos, etc. En definitiva, nos ayuda a ser más creativos.
Consejos para empezar
1) Busca un lugar y un momento del día donde puedas estar tranquilo y sobretodo donde te sientas cómodo. No importa si es en algún lugar de tu hogar o si te sientes cómodo escribiendo en un bar. Sea cuál sea el lugar, que sea uno al que sintamos como propio.
2) Si no sabes qué empezar a escribir, puedes pensar en lo que hiciste durante el día; si hubo algún hecho que te molestó o te puso contento; si tienes alguna preocupación en mente; si recuerdas algún sueño. Un pensamiento te llevará a otro y terminarás escribiendo fluidamente.
3) No te censures: recuerda que nadie va a leer lo que escribes. Intenta escribir todo lo que se te pase por tu mente sin un filtro juzgador. El mayor favor que puedes hacerte, es ser sincero con lo que te sucede.Nuestro diario es nuestro espacio de libertad.
4) Procura escribir al menos quince minutos al día. Puedes hacerlo cuando te levantes, como aconseja Julia Cameron con las páginas matutinas o antes de irte a dormir; pero inténtalo hacerlo quince minutos durante al menos una semana. Veras que después se te hará un hábito.
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5) No hace falta que sea una escritura literaria o creativa. Lo importante es que plasmes tus sentimientos, no importa el cómo.
6)Escribe desde la emoción: ya sea si cuentas algo que viviste o escuchaste puedes preguntarte ¿qué fue lo que me provocó tal acontecimiento? ¿qué sentí en el cuerpo? ¿qué sensaciones me despertó? Esto te ayudará a ser mas autoconsciente sobre tus reacciones emocionales y físicas.
7) Es importante que le pongas fecha a lo que escribes. Así te será más fácil volver en un futuro y re econtrarte con lo que te pasaba en ese momento de tu vida.
8) Escríbelo a mano. Es importante volver a fomentar el hábito de la escritura. No es lo mismo escribir a través del celular o la computadora que hacerlo con el lápiz y el papel. Al realizarlo manualmente se activan otros procesos en tu cerebro y eres más consciente de lo que estás escribiendo.
9) No lo leas en forma inmediata: al hacerlo es probable que seamos muy críticos con lo que acabamos de escribir, pero no es el momento de pensar que esto no me gusta. Que escribo fatal y excusas por el estilo.
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10) Escribe en un cuaderno que te guste. Si te sirve, puedes decorar tus cuadernos, hacer listas, escribir tus metas y objetivos, o algo que te inspire, como una frase.