Hace ya diez años, paleontólogos encontraron en el Cerro Guido, en la Patagonia chilena, restos de lo que parecía ser una nueva especie de dinosaurio. Pero no es hasta ahora que han logrado identificar por completo a este dinosaurio, que han bautizado "Gonkoken nanoi" y que vivió hace 72 millones de años.

La investigación incluyó a científicos de la Red Paleontológica de la Universidad de Chile, del Instituto Antártico Chileno (INACH) y del Museo de Historia Natural y fue publicada en la revista Science Advances.

Lo más curiosos de este dinosaurio es su aspecto, pues tiene una especie de "pico de pato", que es precisamente lo que ha dado nombre a esta nuevo dinosaurio. "Gonkoken nanoi" proviene del Aonikenk, la lengua de un pueblo indígena de la zona. En este idioma, ‘gon' significa parecido o similar, y ‘koken' es pato silvestre o cisne. ‘Nanoi' se le colocó para homnajear a Mario "Nano" Ulloa, quién hizo un gran aporte a los primeros descubrimientos de animales y plantas fósiles de esa zona.

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El "Gonkoken nanoi" podría llegar a medir entre 3,5 a 4 metros de largo y pesar entre 600 kilogramos a una tonelada. El pico de pato puede parecer inofensivo, pero no lo era tanto. Tenía bordes más cortantes y dentro de la mandíbula tenía baterías dentales, formadas por numerosas corridas de cientos de dientes.

Un "cementerio de dinousaurios"

En el sitio del hallazgo, una área marcada por un complejo territorio de intrincados caminos, contiene numerosos huesos desarticulados en excelente estado de conservación, señala Jhonatan Alarcón, primer autor del estudio en un comunicado de prensa publicado por el equipo.

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Algunos de los huesos hallados que permitieron reconstruir el aspecto del \"Gonkoken nanoi\" Imagen: Science Advances

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"La extracción y preparación del material para su estudio fue bastante difícil. La primera dificultad estaba en la propia excavación, porque uno sacaba un hueso y debajo aparecía otro. Entonces, era muy difícil extraer los huesos sin perder información y sin dañar otros elementos del esqueleto", explica Alarcón.

El investigador de la Red Paleontológica de la U. de Chile agrega que, debido al comportamiento gregario de estos animales, "es posible que muchos de estos dinosaurios murieran frecuentemente en esta misma planicie y fueran cubriéndose paulatinamente, lo que con el paso de los años daría como resultado una gran acumulación de restos".

En total se encontraron más de un centenar de huesos como vértebras, huesos del cráneo, extremidades y costillas, entre otras osamentas que fueron sometidas a tomografías computarizadas y las piezas faltantes pudieron ser reconstruidas digitalmente gracias al trabajo desarrollado por el equipo de la Universidad de Chile.

Fuente: DW.