Comportamientos pasivo-agresivos: qué son y por qué dañan tu pareja

Los comportamientos pasivo agresivos son característicos de cierto tipo de personas. También se los conoce como agresividad silenciosa, porque lo cierto es que no tienen manifestaciones demasiado llamativas. Por el contrario, se trata de una sutil manipulación que puede generar mucho daño.

Cuando estos comportamientos se presentan en la pareja, el daño puede ser aún mayor, pues no dejan de ser pequeños actos de violencia simbólica. Es importante saber identificarlos para estar muy atentos y, si se vuelven habituales, ponerles un límite.

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Cómo identificarlos

“Violencia sutil”, “manipulación”, “agresividad silenciosa”. ¿Qué es todo esto? Lo mejor para entender de qué estamos hablando, es ir revisar los comportamientos más comunes en personas pasivo-agresivas. Sin convives con alguien así, lo entenderás enseguida.

1. Silencio como arma

Cuando se enfadan, las personas pasivo agresivas pueden no dirigirte la palabra. Lo peor es que puede que tú no sepas cuál es el motivo de su enojo, y tampoco te lo dirá. Incluso puede llegar a negar que le pasa algo. Es muy difícil encontrar soluciones a los problemas con estas personas, porque casi nunca comunican claramente lo que les sucede.

2. Falta de cooperación

Las personas pasivo agresivas hacen poco y critican mucho. Eligen la comodidad del no hacer, y desde allí difícilmente pueden ser juzgadas. Se ubican en ese falso pedestal para criticar lo que los demás sí hacen. En la pareja, muchas veces tienen esta actitud en las tareas cotidianas.

3. Libertad vs. dependencia

El perfil del pasivo agresivo es ambivalente. Por eso puede ser difícil saber qué quieren: quizá ni ellos lo saben. Son personas que exigen atención, pero cuando tienen todas las miradas sobre ellos, pueden ponerse a la defensiva y demandar libertad. A la inversa, cuando les dejan su propio espacio, pueden demandar más atención.

4. Victimización

Las personas pasivo agresivas son expertas en victimizarse. Difícilmente asuman su responsabilidad en las cosas que les suceden: a ellas todo les sale mal, nadie las entiende. En la pareja, esto suele ser especialmente duro, porque pueden culpar a la otra persona de todos sus males.

5. El sarcasmo

Uno de los comportamientos más claros del pasivo agresivo es utilizar el sarcasmo como herramienta. Así, atacará de manera sutil pero siempre demostrará lo que piensa de ti, aunque en forma de broma, de modo tal que siempre podrá decir que lo has malinterpretado.

Qué hacer con una persona pasivo agresiva

Si todo lo anterior te ha recordado automáticamente a alguien, seguramente es porque conoces a una persona pasivo agresiva y no lo sabías. Si es tu pareja, las cosas pueden empeorar si no encuentran puntos de diálogo

Lo más importante es entender que muchas veces las personas pasivo agresivas no tienen esos comportamientos a conciencia, simplemente es la forma en la que saben relacionarse. Hacerle notar esas actitudes puede ser la primera manera de evitar que la relación se arruine.

Lo mejor es no intentar que lo noten mientras están teniendo este tipo de comportamientos, porque también suelen ser tercos y negadores. Lo ideal es encontrar un momento en el que ambos se encuentren bien y contentos para hablar del tema. En cambio, durante alguno de los comportamientos pasivo agresivos, lo mejor es ignorar a la persona hasta que se le pase.

Finalmente, si el comportamiento sigue, no es mala idea sugerir algún tipo de terapia. Y si la persona definitivamente se niega a cambiar, quizá lo mejor sea tomar distancia un tiempo.