Sin lugar a dudas, el Sistema Solar, en algun momento, dejará de existir. Eso lo tienen claro los expertos, quienes llevan años intentando establecer cuándo comenzará el fin de este mundo, lo que está directamente relacionado con el tiempo en que se demore el Sol en colapsar y apagarse.
Según las estimaciones realizadas en 1999, el sistema planetario comenzaría a desmoronarse dentro de un trillón de años. Ese es el tiempo que los astrónomos establecieron para que las resonancias orbitales de Júpiter y de Saturno consigan "desacoplar" a Urano, lo que significaría el principio del fin.
Sin embargo, en un nuevo estudio publicado por la revista científica The Astronomical Journal, un grupo de astrónomos integrado por Jon Zink (Universidad de California), Constantin Batygin (Caltech) y Fred Adams (Universidad de Michigan) realizó un nuevo cálculo y aseguró que el fin del mundo ocurrirá mucho antes: el Sistema Solar dejará de existir "solo" dentro de 100.000 millones de años.
"Comprender la estabilidad dinámica a largo plazo del Sistema Solar constituye una de las búsquedas más antiguas de la astrofísica, que se remonta hasta (Isaac) Newton, quien especuló que las interacciones mutuas entre planetas eventualmente conducirán a un sistema inestable", explicó el equipo de científicos.
El trío de astrónomos aseguró que en los cálculos realizados por los expertos en 1999 no se habían considerado factores importantes, los cuales, a juicio de ellos, colaborarían con un colapso más temprano del Sistema Solar.
Factor uno: el colapso del Sol
El Sol tiene una importancia clave en su influencia sobre otros planetas y cómo se desarrollará el fin de este mundo. La gran estrella ya lleva 5.000 millones de años brillando y se espera que lo haga durante otros 5.000 millones de años más.
Tras pasar por diferentes fases, el Sol, se convertirá nuevamente en una gigante roja que arrasará con Mercurio, Venus y la Tierra, hasta finalmente convertirse en una enana blanca con menos de la mitad de su masa actual, lo que le hará perder gran parte de su atracción gravitatoria sobre los otros planetas, como Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Factor dos: la galaxia
Luego del colapso del Sol, y de que este haya perdido su atracción gravitatoria, casi todos los planetas del Sistema Solar serán llamados planetas exteriores, debido a que estos comenzarán a ampliar sus órbitas y pasarán a ser más susceptibles a la influencia de otras estrellas, mientras siguen girando dentro de la Vía Láctea.
"Si tenemos en cuenta la pérdida de masa estelar y el alargamiento de las órbitas de los planetas exteriores, estos encuentros tendrán cada vez mayor influencia. Con el tiempo suficiente, algunos de estos sobrevuelos estelares serán lo suficientemente cercanos como para disociar o desestabilizar a los planetas restantes", agregaron los académicos.
Cuando el Sol sea convertido en enana blanca, todos los planetas perderán sus órbitas y se transformarán en mundos errantes a través de la galaxia. Por lo tanto, una vez que Júpiter abandone su órbita alrededor de lo que queda del Sol, se dará por concluido el Sistema Solar.