Una pregunta, una inquietud, puede terminar en algo transformador. El poner en cuestión la realidad puede llevar a alguien a transformarla, creando algo impensado. De esta forma, nació Cascos Verdes: una organización que innova, lucha por el cuidado del ambiente y promueve la inclusión social de las personas con discapacidad en el sistema educativo.
Javier Ureta Sáenz Peña, fundador de Cascos Verdes, se preguntó en 2006 por qué las personas con discapacidad no podían ingresar, como el resto, a la universidad. Ante esta inquietud logró fundar esta organización en 2007. Dicha ONG promueve la inclusión de personas con discapacidad intelectual a través de la educación ambiental.
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Un sueño cumplido
En el 2007 se logró algo nuevo y transgresor en la Argentina. Por primera vez, nueve alumnos con discapacidad intelectual lograron acceder a la Universidad Católica Argentina. Tras dos años de esfuerzo y dedicación estos alumnos lograron recibirse de sus estudios, derribando prejuicios y obstáculos. Esto fue la base y el pilar para construir lo que hoy es Cascos Verdes.
Este buen comienzo dio confianza para que otras universidades más, como la Universidad de San Andrés, brinden donaciones y un espacio para que Cascos Verdes pueda crecer exponencialmente.
El proyecto crece
Hoy, valores como compromiso, profesionalismo y trabajo en equipo, llevaron a esta ONG a realizar su trabajo durante 13 años ininterrumpidos en Buenos Aires y Salta. Actualmente cuentan con seis universidades aliadas y 1500 capacitaciones brindadas.
El impacto de esta organización no se reduce únicamente a las capacitaciones de las personas con discapacidad mental sino que fue más allá con el avanzar de los años. Comenzaron a trabajar de forma equitativa con empresas, gobiernos, donantes individuales y organismos de cooperación internacional. En el año 2013 capacitaron a todos los legisladores porteños y sus respectivos asesores, incidiendo de forma directa en los encargados de hacer políticas públicas.
Todo esto no sería posible sin el equipo que hay detrás de este gran esfuerzo y grandes acciones. Actualmente, son 36 personas las que integran el equipo de Cascos, incluyendo directores, asesores, coordinadores, asistentes y cuerpo docente. En Huellas tuvimos la oportunidad de vivir en primera persona el ambiente que se vive en esta ONG y notamos que cada persona relacionada a Cascos, alumnos, padres, docentes, forma parte de una gran familia.
Cascos Verdes se destaca por su laboriosidad e innovación a la hora de trabajar. Su programa de capacitación a aquellas personas con discapacidad en la educación ambiental es innovador, profesional y único en el país. Permite a estas personas a vivir una experiencia de superación personal, incluyéndolos en ámbitos a los que comúnmente no tienen acceso. Allí está su diferencial; generan oportunidades y desafíos que apuntan a desplegar el potencial de cada persona.
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