Los osos polares son carnívoros y su alimento principal son los animales del Ártico, sobre todo focas y renos. Llegan a ingerir alrededor de 30 kilos de comida al día, mientras que los cachorros, solo necesitan uno. Los machos pueden recurrir al canibalismo si sufren mucha hambre, y hasta ahora, solían ser casos excepcionales. Sin embargo, los expertos advierten que este comportamiento está en aumento.
“Los casos de canibalismo entre los osos polares son un hecho establecido desde hace mucho tiempo, pero nos preocupa que estos solían encontrarse raramente mientras que ahora se registran con bastante frecuencia”, explicó Ilya Mordvintsev, un experto en osos polares, a la agencia de noticias Interfax.
Mordvintsev, investigador principal del Instituto de Problemas de Ecología y Evolución Severtsov de Moscú, sugirió que este comportamiento podría deberse a la falta de alimento, consecuencia tanto del derretimiento del hielo del Ártico como de la sobreexplotación humana de su hábitat.
En el último tiempo, el área desde el Golfo de Ob hasta el Mar de Barents, donde los osos polares solían cazar, se volvió una ruta concurrida para barcos que transportan gas, dijo Mordvintsev. “Ahora se ha roto el hielo durante todo el año”, dijo, vinculando este cambio en la alimentación de los osos con la extracción de gas en la península de Yamal -que limita con el Golfo de Ob- y el lanzamiento de una planta de GNL en el Ártico.
Otro científico ruso, Vladimir Sokolov, que dirigió numerosas expediciones con el Instituto de Investigación Antártica y Ártico, dijo que este año los osos polares se vieron principalmente afectados por el clima anormalmente cálido en la isla Spitsbergen al norte, en el archipiélago noruego de Svalbard, donde no había témpanos de hielo y poca nieve.
Durante el último cuarto de siglo, los niveles de hielo ártico durante el verano habían caído un 40%, dijo Sokolov, que fue quien predijo que los osos polares eventualmente ya no cazarían en el hielo marino y se limitarían a áreas costeras y archipiélagos de alta latitud.
Además, los rusos que viven en los asentamientos del Ártico han hecho sonar la alarma por la entrada de docenas de osos en las zonas donde ahora vive la gente, en particular para allanar los basureros en busca de comida.
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