Reducir la cantidad de residuos que generas en el trayecto es una de las formas en las que puedes contribuir a disminuir tu huella de carbono si has optado por una de las opciones menos sustentables para viajar: en avión.
Sin embargo, a pesar de nuestros intentos individuales, son fundamentales las iniciativas de organizaciones y empresas. En este marco, la compañía aérea Iberia, junto a Ecoembes, Gate Gourmet y Ferrovial Servicios, lanzó el proyecto LIFE Zero Cabin Waste. Su objetivo: crear un modelo de gestión sostenible de los residuos generados por el servicio de ‘catering’ de los vuelos.
En 2019, lograron reciclar más de 2250 toneladas de envases procedentes de las cabinas de aviones y los resultados de esta propuesta están siendo evaluados por la Cátedra Unesco de Ciclo de Vida y Cambio Climático ESCI-UPF.
Zero Cabin Waste nació en 2016 con el fin de mejorar la gestión de los residuos generados en los vuelos en una de las aerolíneas más reconocidas del mundo. “Había un montón de basura que no se estaba tratando y estaba yendo directamente a vertedero”, explicó Nieves de Castro, representante de Gate Gourmet, empresa proveedora de Iberia.
En un primer momento, el objetivo de disminución de residuos estaba fijado en un 5%. Sin embargo, según los datos facilitados por la portavoz de Iberia, Marina García, lograron disminuirlos en un 15%.
¿Cómo lo lograron?
Gracias al diseño de un carro especial que está compartimentado para separar la basura y, así, facilita una correcta gestión de los desperdicios con el avión una vez en tierra. Actualmente, la iniciativa se está llevando a cabo en el aeropuerto de Madrid Barajas Adolfo Suárez.
Allí, el personal de Gate Gourmet hace de intermediario entre la compañía aérea y el gestor de residuos, Ferrovial Servicios, que se encarga de la clasificación por materiales y su posterior reciclaje.
Además de este control de desechos, Iberia ha puesto en marcha otras medidas encaminadas a reducir la huella de carbono: desde dejar de utilizar los envoltorios de plástico de los auriculares y las mantas -que suponían unas 4 toneladas de desperdicios al año-, hasta limitar la prensa en papel, pasando ahora a ofrecer soluciones digitales.
El fin del proyecto es que pueda replicarse en otros aeropuertos. Y, si bien hasta la fecha no ha sido posible por diversas circunstancias, sus responsables ofrecen charlas a los de otras compañías aéreas. "Tenemos que conseguir que la reducción de residuos sea real”, concluyó de Castro.
Y tu, ¿qué haces para reducir tu impacto ambiental al viajar en avión?
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