Desde la ciudad capital de Venezuela, país con una fuerte problemática política y social que data de hace ya algunos años, ha surgido un llamado a la consciencia de todo el mundo, a través de un ingenioso mural.
El autor de esta obra que se exhibe en una plaza de Caracas es Óscar Olivares, joven venezolano dedicado a la ilustración que diseñó mediante la técnica del puntillismo esta bella obra. La imagen se convertiría en el llamado de atención para que desde cada esquina del mundo las personas se unan para disminuir su impacto negativo sobre la naturaleza.
Sin embargo, Olivares no hizo este histórico mural solo. La idea surgió en el seno de la organización OkoSpiri y el Movimiento en la Arquitectura para el Futuro. Pero este proyecto no hubiese sido posible sin la ayuda de la comunidad, que ayudó a recolectar más de 200.000 tapas de botellas y envases de todo tipo de productos. Asimismo, muchos fueron los voluntarios que se unieron a esta importante causa.
Este proyecto inició a mediados de 2018 y culminó felizmente a principios de 2020. En el mural, se puede ver un grupo de guacamayas, pero también otro conjunto de elementos naturales representativos del país: el araguaney, el Ávila y más.
Importancia del OkoMural
La obra, que fue bautizada como OkoMural, tiene varios factores que la hacen de gran trascendencia. Primero que nada, es una prueba erigida de que es posible reutilizar objetos que están a punto de ser desechados; animando así a la activación concreta del reciclaje.
Segundo, es un llamado de consciencia para reflexionar acerca de la cantidad de plástico del que hacemos uso continuamente. Todo a través de la representación de la naturaleza mediante este material. Además, Olivares ha indicado que es el primer mural ecológico de Venezuela.
Y, por último, la recuperación de un espacio social que estaba abandonado y que había perdido relevancia en la comunidad del Hatillo. Esta plaza estaba siendo usada como vertedero de basura y ahora se ha trasformado en un lugar de atractivo artístico. Así, el plástico y el reciclaje se han convertido en una verdadera alternativa para la creación de arte, calidad de vida y encuentro social.
El mural en números
El OkoMural fue realizado con más de 200.000 tapas de plástico de diversos envases. Tuvo un costo de tan sólo 2000 dólares y se concretó en dos meses de trabajo manual. La extensión de este mural es de 43 metros de largo, con una altura que oscila entre los 3 y 7 metros. Este mural es el primero de su tipo en el país y el más grande de Latinoamérica.
Pero lo más importante es que tuvo la colaboración de miles de manos que se unieron para plasmar en esta plaza de Caracas un mensaje artístico y trascendental para la toma de consciencia en relación al medio ambiente.
Si esta iniciativa fuera replicada en cada país, en cada ciudad, en cada plaza; sin duda que todas las comunidades se integrarían verdaderamente en el reciclaje.