*Por Martín Vainstein, politólogo especializado en género, ambiente y afectos por la Universidad de Buenos Aires, formado como activista y campañista en Londres.
En Argentina y a principios de 2020, se prendía la luz de alerta ante la posibilidad de un acuerdo con China para construir 25 mega granjas para criar, matar y faenar cerdos.
Desde ese entonces y hasta el día de hoy, la campaña para detener este acuerdo moviliza miles y miles de personas en todo el territorio. ¿Cuáles son los detalles del acuerdo, cómo replica en la región y por qué le decimos no?
Los detalles del acuerdo
Se estima que instalarán en una primera etapa unas 25 granjas productivas de aproximadamente 12.500 cerdos cada una, donde buscarán duplicar el número de 350.000 cerdos que hay hoy Argentina, y se impulsaría la producción de 700.000 toneladas anuales en lo inmediato y de 900.000 por año en cuatro años. Cada granja sería una instalación integrada, desde el procesamiento de granos para alimentación animal hasta la cría de cerdos, matadero y envasado para la exportación a China.
Detalles crudos, números y planes. Seres sintientes se transforman en cifras, partes y comida. Nos resulta inconcebible cualquier tipo de acuerdo basado en la crueldad y que perpetua un sistema extractivo y especista. En la sección que sigue explicamos porqué le decimos no al acuerdo y qué proponemos en su lugar.
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Porqué le decimos no y qué proponemos
Al factor especista se le agregan los impactos institucionales y socio sanitarios que conlleva un acuerdo de tal magnitud. Vamos con los datos:
- El acuerdo se está llevando a cabo a espaldas de les ciudadanes. Ante los pedidos de información pública, las respuestas fueron las de ir a revisar un tweet en el cual Cancillería decía que no existía tal acuerdo. Teniendo en cuenta que en 2018 entró en vigencia el Acuerdo de Escazú que vela por el acceso a la información pública en materia socioambiental, la gestión del acuerdo porcino resulta una grieta en la democracia.
- Por cada kilo de carne porcina, se utilizan 5.900 litros de agua potable. Este nivel de consumo resulta insostenible teniendo en cuenta que en el país habitan 7 millones de personas que aún no tienen acceso al agua potable. Si tenemos en cuenta que en Chaco, la primera provincia donde se instalarían, se encuentra en crisis hídrica el panorama es aún peor.
- El 78% de las tierras agrícolas disponibles en el mundo se usan para la industria ganadera, más del 60% es para producir alimentos para el ganado confinado. En un país y una región con altos índices de pobreza, la producción de alimentos debería estar enfocada y centrada en la disponibilidad de comida para todes, no en el fomento de la industria de la carne.
Los desechos que producen los cerdos terminan en piletones que, como ya ha sucedido con la experiencia de la megaminería, luego pueden filtrar y finalizar en las napas de agua, fuente de agua potable para la población. A este peligro se le suma el de los malos olores: la exposición a un mal olor intenso provoca sudoración, aumento de la frecuencia cardíaca, náuseas, dolor de cabeza, disturbios respiratorios, oculares y gastrointestinales, entre otros.
Dos años atrás China sufrió un fuerte brote de Peste Porcina Africana (PPA). Para evitar su propagación en ese país, se estima que se quemaron y enterraron vivos entre 180 y 250 millones de cerdos. En el contexto actual de pandemia ¿queremos ser la fábrica de la próxima?
La industria ganadera es responsable del 14.5% de los gases de efecto invernadero y en momentos donde intentamos reducir nuestras emisiones y mitigar los efectos de la crisis climática, el impulso de la industria ganadera resulta inviable.
Ante el panorama que nos presenta el acuerdo porcino, desde Climate Save Movement proponemos el acuerdo basado en plantas.
El 31 de agosto pasado, el acuerdo basado en plantas fue lanzado en más de 80 ciudades de todo el mundo. El objetivo es lograr un cambio en las formas de alimentación, pasando de fuentes animales a otras de origen vegetal, agroecológicas y sostenibles. Se fomenta el cese de los monopolios, de grandes terratenientes, los subsidios a la industria de la carne y la reconversión a formas de trabajo comunitario, familiar y con la redistribución de los subsidios hacia el fomento de dietas basadas en plantas.
Las tres demandas del acuerdo basado en plantas
- Renunciar: Al mal uso de la tierra, degradación del ecosistema o deforestación con fines de ganadería.
- Redireccionar: Una transición activa para abandonar los sistemas agrícolas basados en animales, a sistemas alimentarios basados en plantas.
- Regenerar: Restaurar los ecosistemas clave y reforestar la Tierra.
Ya somos miles y miles de personas y cientos de negocios y organizaciones que son parte del acuerdo ¿te gustaría formar parte? Toda la información está disponible en nuestro Instagram y te podes sumar desde www.plantbasedtreaty.org.
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Pasamos de un acuerdo nacional, a una solución global. ¿Cómo se refleja el acuerdo porcino en la región?
El acuerdo porcino en la región
Latinoamérica fue la región que más creció en el mundo en producción de cerdos, con un promedio ponderado del 4,6% lo que trajo aparejado que la Peste Porcina Africana ya esté confirmada en nuestro continente.
Argentina, Brasil y Chile se encuentran entre los países que se preparan para aumentar su producción y exportación de porcinos a China. En República Dominicana se declaró oficialmente la existencia de PPA con el 98% de la población porcina está comprometida epidemiológicamente con 60.000 cerdos asesinados.
Con este panorama ¿seguimos apostando a modelos crueles o extractivos o lo transformamos en construcción conjuntas, comunitarias, con seguridad y soberanía alimentarias, libres de crueldad y basadas en plantas?