Un grupo de ocho hombres y siete mujeres han emergido de una cueva en el suroeste de Francia después de pasar 40 días sin relojes, teléfonos o luz solar para un experimento de aislamiento humano.
Este proyecto llamado Deep Time, liderado por el Human Adaption Institute, tuvo un presupuesto de 1,4 millones de dólares y finalizó el sábado después de 40 días. El mismo se propuso explorar los límites de la adaptabilidad humana al aislamiento.
Durante su tiempo en la cueva, los voluntarios durmieron en tiendas de campaña y generaron su propia electricidad con una bicicleta de pedales, ya que no había luz natural.
Además, como no había luz solar, el equipo tuvo que seguir sus relojes biológicos para saber cuándo dormir, comer o hacer las tareas diarias.
El director del proyecto, Christian Clot, que también formaba parte del grupo, dijo a los periodistas el sábado: “¡Y aquí estamos! Nos fuimos después de 40 días... Para nosotros, fue una verdadera sorpresa”, citó The Guardian.
“Por una vez en nuestras vidas, fue como si pudiéramos presionar la pausa”, dijo Marina Lançon, una de las siete mujeres que participaron en el experimento. “Por una vez en nuestras vidas, tuvimos tiempo y pudimos dejar de vivir y hacer nuestras tareas. Fue genial”.
En asociación con laboratorios en Francia y Suiza, los científicos monitorearon los patrones de sueño, las interacciones sociales y las reacciones de comportamiento de los 15 miembros del equipo a través de sensores.
“Nuestro futuro como humanos en este planeta evolucionará”, dijo Clot después de salir de la cueva. “Debemos aprender a comprender mejor cómo nuestro cerebro es capaz de encontrar nuevas soluciones, sea cual sea la situación”.
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Fuente: infobae.com