¿No te ha pasado alguna vez que te has visto a ti o a otra persona radiante o, por el contrario, muy descuidada? Es que a menudo sentimos la necesidad de cuidarnos solo cuando enfermamos, nos sentimos mal o nos abruma el estrés. Pero respetarnos en nuestro cuerpo, mente y corazón debe ser siempre una prioridad. Pues si no nos cuidamos, ¿por qué otros deberían hacerlo por nosotros?
Hay 10 reglas de oro que todas las personas que se aman a sí mismas respetan sí o sí. ¡Toma nota!
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1. Descansa
¿Te parece la antítesis del cuidado personal? ¡Para nada! No podemos estar constantemente activos, yendo y viniendo. Tenemos que hacer del sueño una parte fundamental de nuestra rutina.
Dormir bien incide en cómo te sientes a nivel emocional y físico. Por eso es importante respetar el descanso, evitar tomar café o comer azúcar antes de acostarse, e incluso aplicar técnicas de meditación o relajación si nuestra mente está muy agitada y los pensamientos tardan en aquietarse.
2. Mueve tu cuerpo
No importa qué ejercicio elijas, lo importante es que te muevas. Hacer actividad física mejora el estado de ánimo, reduce el estrés y la ansiedad, despeja la mente y ayuda a mantener un peso saludable.
3. Nútrete
Según los alimentos que elijas y la forma en que los comas puedes crear aliados o enemigos. Los que aportan muchas grasas o azúcares te restan energía y pueden, a largo plazo, hacerte más vulnerable a las enfermedades. Por el contrario, llevar una alimentación sana, equilibrada y tranquila te hará sentir mejor.
Con solo mirar un plato saludable que tú te hayas preparado mejorará tu percepción de la comida como un regalo positivo que te nutre y lleva salud a todo tu cuerpo. Una buena intención al comer también puede ser algo positivo.
4. Cultiva tu mente
Lee, discute un tema que te interese con otras personas, mira una película que disfrutes, ve a ver una obra de teatro o asiste a un concierto de un músico que te guste. Pon tu mente a trabajar, y hazlo de la mano de la creatividad para mantener activo tu cerebro y explorar nuevos horizontes.
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5. Conéctate con tu corazón
Busca siempre ser lo más genuino que puedas, primero contigo mismo y luego con los demás. Escúchate, dale crédito a lo que sientes, haz lo que realmente tienes ganas de hacer y no sólo lo que deberías. No escuchar lo que sentimos o negarlo es nocivo, y muchas veces deriva en enfermedades. Por el contario, estar en conexión con tu corazón te llevará a tener vínculos más sanos y a sentir más coherencia entre lo que dices, haces, piensas y sientes.
6. Cuida tus vínculos verdaderos
Los vínculos del corazón son parte de ti, por eso también merecen su cuidado. Rodéate de quienes te quieren de verdad, visítalos, abrázalos, diles cuánto los quieres, comparte tiempo con ellos. El amor también es un alimento.
7. Aléjate de las relaciones tóxicas
Así como debes cuidar los vínculos reales, debes mantenerte alejado de quienes no quieren lo mejor para ti. No les dediques tu energía. Cuidarte también es mantenerte al margen de lo que te hace mal, es aprender a diferenciarlo.
8. Respétate
Si no quieres hacer algo, no lo hagas. Si no lo sientes, di que no. Marca tus límites. Para eso, debes tener muy en claro qué es lo que puedes y lo que quieres, y lo que no. No dejes que decida siempre tu mente. Escucha también a tu corazón, y si te dice que debes resguardarte de una situación o persona, hazlo.
9. Pasa tiempo al aire libre
Estar al aire libre reduce el estrés, mejora el humor y despeja la mente. Dedícale un momento, a diario si te es posible. Siente el aire fresco, escucha los sonidos de la naturaleza. No estés todo el día frente a la pantalla del ordenador.
10. Date tiempo
Muchas veces el tiempo termina siendo una excusa ante la falta de energía. No podemos abarcarlo todo, debemos priorizar. Cuida que en esa lista no te dejes de lado a ti mismo para cumplir con todo o con todos los que crees que te demandan. Tu salud -física, mental y emocional- es tan importante como todo ello, y solo tú puedes hacerla valer.
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