Un nuevo año empieza y, aunque se trate simplemente de un día más en el calendario, es una oportunidad para apostar a nuevos comienzos, y para dejar atrás lo que en el año anterior eran obstáculos.
Para cerrar el año como un ciclo, y esperar que el nuevo llegue con amor y abundancia, puedes hacer este pequeño ritual de cierre y despedida, como una forma de soltar.
El 31 de diciembre, si puedes, o cuando recién haya comenzado el año, busca un momento para ti. Encuentra algún lugar en el que puedas estar solo por un rato. Puede ser en tu casa, en tu lugar favorito de la ciudad, o en contacto con la naturaleza, si tienes esa posibilidad.
Cuando sepas en dónde realizarás el ritual, comienza con la preparación.
1. Pide perdón y perdona
Por un momento, deja de pensar en lo malo que "te pasó" en el año y pregúntate qué hiciste mal tú, o de qué te arrepientes. No te agobies con una larga lista de malos pensamientos, sino que elige el primero que se te haya ocurrido o que más te atormente. Si tienes la posibilidad de llamar a la persona con la que actuaste mal y disculparte, hazlo. Si no puedes o no te parece lo mejor, eleva tu pensamiento al universo, deja que los dioses en los que crees te perdonen, o que lo haga la naturaleza.
Una vez que hayas pedido perdón, prepara tu corazón para perdonar a quienes te han herido.
2. Agradece
En todo ciclo hay algo que agradecer, así que es momento de dar gracias por las bendiciones y los aprendizajes de este año que termina. Siéntate en un lugar cómodo (puedes ir al lugar que has elegido para realizar el pequeño ritual). Toma un papel y escribe, con lápiz, la lista de tus agradecimientos. No hay un mínimo ni un máximo de cosas para poner en la lista, solo hazlo de corazón. Recuerda que las experiencias duras también pueden ser lecciones que quieras agradecer al universo.
3. Ofrece tus deseos
Para dejar atrás, necesitas mirar al futuro. Piensa en tus objetivos y deseos para el año próximo, para ti y para las personas que amas. Escribe también una lista con ellos.
Ritual de despedida
Una vez que hayas perdonado y pedido perdón; agradecido y pensado en lo que deseas para el año que viene, estás libre para soltar. Cierra los ojos y, en voz alta o mentalmente, como prefieras, dile al universo de qué quieres despedirte; qué es lo que necesitas soltar y dejar atrás para comenzar el año nuevo.
Luego, ofrece tu lista de agradecimientos y tu lista de deseos. Muchas personas queman listas a fin de año, pero haremos algo diferente. Ofreceremos los agradecimientos y buenos deseos para que fluyan. Si encuentras alguna fuente de agua, como un arroyo, puedes dejar que las listas se vayan por él. Si no, colócalas dentro de una botella con agua, y en unos días, cuando el papel esté degradándose, entiérralo.
Por último, siéntate en un lugar cómodo y medita durante algunos minutos. Cuando termines, pon esa energía a disposición de cumplir tus metas para el año entrante.
¡Feliz año nuevo!