Un enema es el procedimiento de introducir líquidos en el recto y el colon a través del ano. Esto se hace generalmente con fines médicos o de higiene, o como parte de terapias alternativas o tradicionales.
Más allá de que el procedimiento es similar en todos los casos, hay muchos tipos de enema. Algunos pertenecen a la industria farmacéutica y otros son completamente naturales y posibles de realizar en casa.
No debes creer que se trata de un invento moderno. Los enemas se realizan en medicina tradicional y alternativa desde hace siglos, con múltiples usos.
¿Cuáles son las funciones del enema?
Los enemas son específicamente útiles e importantes por tres motivos terapéuticos, en los que resultan una opción mejor que cualquier otro método.
Aliviar el estreñimiento
Al estimular el movimiento intestinal, los enemas resultan útiles para aliviar el estreñimiento. Sobre todo en casos particularmente severos y si la persona no puede defecar por sí misma, el enema sirve para extraer el contenido intestinal.
Limpiar el recto y colon
Esto puede ser útil en muchos aspectos. Se utiliza el enema para preparar el recto y el colon para procedimientos como el parto o la colonoscopia. También se utiliza para mantener higienizada la zona en relaciones sexuales anales.
Administrar medicamentos, fluidos y/o nutrientes
Ciertos contenidos necesarios para el cuerpo pueden necesitar una administración rectal, a través de una solución acuosa. Para ello se utiliza el enema, nombre que también se le da al utensilio que sirve para realizar este procedimiento.
Tipos de enema
En líneas generales, hay tres tipos de enema: microenemas, enemas evacuadores o de limpieza, y los naturales.
Microenema
Este es el tipo de enema más sencillo de utilizar. Tiene muy bajo riesgo debido a que la cantidad de solución administrada es muy pequeña: entre 5 y 10 ml.
Se puede auto administrar sin demasiados inconvenientes y es recomendable probar con este tipo de enema antes de pasar a uno más sofisticado. Su función principal es la de limpiar la parte inferior del colon, sin llegar demasiado lejos.
Estreñimientos simples pueden resolverse con este tipo de enema, por ejemplo.
Enemas evacuadores o de limpieza
Se administra con la finalidad de vaciar el recto y colon de heces. Actúan, en primer lugar, estimulando el peristaltismo a través de la irritación del colon y el recto y la distensión por volumen.
Este enema es uno de los más utilizados. Se trata de un preparado comercial que no puede hacerse de forma casera. La cantidad a introducir en un adulto es de 250 cc y de 80 cc en un niño.
Enemas naturales o caseros
A diferencia de los anteriores, los enemas naturales o caseros son posibles de realizar en casa, son baratos y, sobre todo, no poseen elementos químicos de ningún tipo. Luego, se pueden aplicar teniendo el instrumental correspondiente.
Hacer enemas caseros
De acuerdo a la necesidad de la persona, será más recomendable uno u otro. Estos son aquellos que se utilizan con más frecuencia.
Enema de café
El enema de café es uno de los más utilizados de forma casera, puesto que tiene enormes beneficios. Permite obtener una limpieza mucho más profunda que otros tipo de enema, e incluso hay quienes aseguran que utilizarlo de forma frecuente puede prevenir y curar el cáncer.
Este tipo de enema es, básicamente, una infusión de café. Lo único que hay que tener muy en cuenta, es que el café debe ser orgánico. De otro modo, se corre el riesgo de que el cuerpo absorba los químicos presentes en él.
Para prepararlo, debe hervirse un litro de agua mineral y, una vez que llega a punto de ebullición, añadir de dos a tres cucharadas de café. Luego, hay que dejar hervir el café a fuego lento durante 10 a 15 minutos y dejar enfriar a temperatura ambiente.
Se debe aplicar y retener, como máximo, 10 minutos.
Enema de agua con sal
Se trata de uno de los tipos de enema más suaves, y es ideal para probar este tipo de limpieza rectal. Es muy sencillo de preparar y da buenos resultados.
Para prepararlo, calienta dos litros de agua destilada a una temperatura de entre 37 y los 40 ºC (entre 98 y 104 ºF).
Luego, deberás disolver dos cucharaditas (10 ml) de sal marina pura en el agua. Remueve hasta que esté completamente integrado.
Después, toca aplicar el enema. Lo ideal es retener el líquido la mayor cantidad de tiempo posible, aunque nunca más de 40 minutos.
Variante: si quieres preparar un enema con agua con sal más fuerte, puedes utilizar 60 ml (cuatro cucharadas) de sales Epsom, las cuales contienen grandes cantidades de magnesio, lo que ayuda a limpiar el colon mucho más profundo.
En este caso, no deberías retener el líquido más de 20 minutos.
Enema de jugo de limón
El enema de jugo de limón es excelente para remover el exceso de excremento del colon, por lo que es una de las mejores recetas caseras si buscas una limpieza profunda. Pero además, el limón ayuda a equilibrar los niveles de pH en el colon, lo que es a su vez muy saludable.
Este enema puede usarse hasta una vez por semana, lo cual es recomendable si se padece de estreñimiento crónico. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que la acidez del jugo de limón puede irritar las paredes internas de los intestinos.
Por eso, si vas a usarlo de manera más o menos habitual, es muy importante que prestes siempre mucha atención a cómo te sientes. Si descubres ardor o retortijones, es preferible suspender su uso y consultar con un especialista de la salud. Además, este enema no es aconsejable para las personas con el tracto digestivo excesivamente sensible
Los ingredientes que necesitas para prepararlo son:
♦ 2/3 taza de jugo de limón recién exprimido (el jugo de aproximadamente tres limones).
♦ 2 litros de agua filtrada caliente.
Calienta dos litros de agua destilada, debe estar apenas tibia. Exprime el jugo de los limones y cuélalo para que no queden restos de pulpa.
Luego, mezcla con el agua hasta que quede completamente integrado.
Aplica toda la solución y retenla durante un periodo de entre 10 y 15 minutos, o durante todo el tiempo que puedas sin sentir retortijones y otros dolores agudos. La acidez de este enema puede provocar malestares; en ese caso, evacúa. Lo ideal es que, como mínimo, lo retengas por 5 minutos, pero lo principal es que te resulte cómodo.
Enema de ajo
Este tipo de enema es especialmente útil cuando lo que se necesita tratar son las lombrices intestinales, las bacterias, los parásitos y las infecciones por hongos. Esto es por las propiedades antisépticas del ajo.
Además, este ayuda a eliminar el exceso de mucosidad en el hígado y los intestinos.
Para hacerlo solo se necesita agua y dos dientes de ajo.
En primer lugar, debes aplastar los dientes de ajo y ponerlos a hervir en una cazuela (que no sea de aluminio), con medio litro de agua. Una vez que el agua llegue al punto de ebullición, deja que hierva a fuego bajo durante 15 minutos.
Una vez pasado ese tiempo, deja que la preparación se enfríe. Cuando alcance entre 35 y 40°C, cuela el agua para eliminar los restos de ajo. Utiliza un colador bien fino: para hacer el enema solo debes quedarte con el líquido limpio.
Finalmente, añade agua destilada tibia al agua con ajo. Debes completar un litro de preparación. Recuerda que al momento de aplicarlo, el enema no debería superar los 37°C.
Aplica el enema de la forma habitual y retenlo durante un periodo entre un mínimo de 10 minutos y un máximo de 20.
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Consideraciones finales
Como has visto, son muchos los tipos de enema que puedes utilizar para realizar una limpieza del recto y el colon. Todos ellos pueden ayudarte a llevar una vida mucho más saludable.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que aplicar enemas sin supervisión puede traer problemas de salud, y su mala aplicación puede generar lesiones graves. Por eso, lo mejor es que siempre consultes a un especialista de salud antes de comenzar a utilizar estos métodos.
Recuerda que no todas las personas somos iguales, por lo que no todos reaccionan igual ante la aplicación de un enema. Si vas a probarlo, presta mucha atención a cómo te sientes. Si tienes molestias o crees que no lo has aplicado bien, evacúa de inmediato. Y ante cualquier síntoma dudoso después de su aplicación, consulta con un médico.
¿Has usado alguno de estos enemas alguna vez? ¿Cuál ha sido tu experiencia?
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