¿Has escuchado eso de “profecía autocumplida”? Es una de las formas de auto sabotaje: deseas tanto algo, aunque, en un nivel inconsciente, te esfuerzas por esquivar ese gran logro. Muchas veces te das cuenta de que algo funciona bien, y, sin embargo, insistes en auto sabotearte.

Si bien hay muchos aspectos del entorno que pueden influir, la determinación del sabotaje es interna y depende de cada persona. Se trata de una forma de poner obstáculos para lograr tu más alto anhelo, y lo que haces es manipularte en negativo.

La pregunta entonces es: ¿por qué me auto saboteo, si he trabajado tan fuerte en algo y lo deseo con tanta intensidad? En pocas palabras, porque le esquivas a la responsabilidad de tus actos y a la necesidad de que te conozcas muy profundamente (incluyendo tus partes oscuras).

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Tiene sus ventajas aparentes

Como los seres humanos hacemos todo para lograr un beneficio -incluso lo que no nos gusta- hay ventajas ocultas detrás de esta actitud. La más evidente es que no quieres salir de tu zona de confort. Otras son mecanismos de defensa donde parece que quieres (pero no quieres en verdad) sentirte expuesto, anticipar procesos dolorosos, o el miedo a lo desconocido.

Algunos detonantes

El auto sabotaje se presenta por lo general en personas con baja autoestima; que no se han analizado lo suficiente. Personas desconectadas con su ser interno, que tienen problemas para establecer prioridades, y, mucho más, para decir que no. Es frecuente que niños sometidos a mucha presión, burla, bullying o donde no han podido desarrollarse convenientemente, sean adultos auto saboteadores.

También contribuye la falta de seguridad en sí mismo, el miedo al qué dirán o verse expuesto en situaciones indeseadas, conflictividad mental interna, la propia necesidad de mantenerse a la altura de las expectativas -propias y ajenas- o el tener que asumir objetivos que imponen terceras personas, y lo haces por obligación -no por convencimiento-.

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Algunos ejemplos de auto sabotaje

1. No cumplir con tus acuerdos: buscas sufrir, porque esto siempre trae consecuencias.

2. Permanecer fijado en la opinión de los demás: evitas mirarte hacia dentro.

3. Ponerle atención al entorno y dejarte manipular: asumes que otro tiene el control de tu vida.

4. Dejar todas las cosas por la mitad: desistes cuando estás a punto de concluirlo.

5. Postergar: piensas que las cosas se arreglarán por sí solas.

6. Falta de velocidad para definir objetivos: inventas excusas para dilatar y no asumir riesgos.

7. Perfeccionismo: pensar que, si no es perfecto, no tiene valor. La perfección no existe en este plano físico: apenas podemos aspirar a la excelencia.

8. Poner excusas e inventar historias: pierdes el tiempo y piensas que los demás no se dan cuenta.

9. Pensamiento mágico: es loable creer y practicar lo que elijas; aunque si deseas resultados necesitas moverte. El “Si sucede, conviene” no aplica siempre para cuando te auto saboteas.

10. Fantasear en negativo: por miedo, inhibición o cualquier otro estado inconsciente, frenas toda oportunidad de éxito.

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La única clave para dejar de auto boicotearte es trabajar en tu interior. Inicia una psicoterapia con un excelente profesional; toma cursos y seminarios para conocerte mejor; busca un coach experimentado que te acompañe en el proceso; comparte tus logros; fíjate metas razonables para ti, y disfruta ir conquistándolas paso a paso.

Estas herramientas te permitirán recobrar la auto confianza y trabajar el meta programa de éxito que todos tenemos… sólo que algunos se dedican a boicotearlo.

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