La cantidad de enfermedades que podemos padecer a lo largo de la vida es inmensa. Nuestra anatomía está compuesta por un conjunto de sistemas que funcionan de manera interconectada, sin parar. Sin embargo, cada uno de dichos sistemas puede fallar, presentar averías, problemas leves o graves, que son los que nos causan enfermedades.
Ahora bien, muchas de las enfermedades que pueden afectarnos vienen como consecuencia de los problemas emocionales que estemos sobrellevando o que hemos pasado en algún momento. Esta relación entre ambas cosas es lo que la biodescodificación trata de explicar y remediar.
Un padecimiento que afecta a gran parte de la población y que cada día se hace más difícil de atacar, es la obesidad. Este es un trastorno físico, que sin duda alguna, es capaz de afectar la fisiología del cuerpo humano y su correcta funcionalidad. Pero para los especialistas en biodescodificación, los problemas de sobrepeso están vinculados con la mente y las emociones.
Descubramos juntos de dónde parte esta afección, según la biodescodificación. Además de cómo podemos desactivarla.
¿De qué trata la Biodescodificación?
También llamada descodificación biológica, es una terapia, propuesta de la medicina alternativa, que no busca reemplazar los tratamientos existentes, sino más bien, ser un complemento para ellos. Se encarga de buscar el origen metafísico de las enfermedades, es decir, analizar las emociones de la persona con el fin de encontrar de dónde surge la afección y cómo tratarla.
En ocasiones, pasamos por momentos desagradables, que nos producen estrés, pero no lo expresamos de ninguna manera. Ahí es cuando se activa en nuestro cerebro un mecanismo de supervivencia, que adapta el cuerpo al estrés que padece, haciendo que nos enfermemos.
Según la biodescodificación, todas las enfermedades tienen un significado emocional y para definirlas este cuenta con su propio diccionario. Si nos evaluamos desde esta perspectiva, podremos notar cómo todo lo que sentimos y pensamos, es capaz de repercutir en nuestra salud física.
¿Pueden las emociones tener influencia en la obesidad?
Definitivamente, las emociones pueden tener influencia sobre nuestro organismo. Como seres vivos, forma parte de nuestra naturaleza tratar de sobrevivir. Razón por la cual el cuerpo está en constante evolución, hecho que nos ayuda a adaptarnos a cada situación que se nos presenta en el camino.
Cuando pasamos por situaciones emocionales negativas, como rupturas amorosas, la pérdida de un ser querido, que nos despidan de un empleo, no conseguir algo por lo que hemos trabajado mucho, ser víctimas de maltrato, entre otras cosas, nuestro ánimo decae. Estos son eventos que nos hacen sentir emocionalmente mal.
Pero, ¿cómo afecta esto nuestra salud física? Y más aún, ¿cómo puede tener influencia sobre nuestro peso?
Biológicamente, el cuerpo reconoce dos factores principales para la supervivencia, que son el líquido y la grasa; ambos participantes de la respiración celular, la generación de energía y el funcionamiento, en general, de los sistemas. Nuestro organismo almacena estos recursos para poder sobrevivir en caso de no tener acceso a ellos.
Ahora bien, cuando nos encontramos inestables emocionalmente hablando, nuestro cerebro se pone en alerta. Envía señales al resto de los órganos de que algo no está en orden. En este punto, la ansiedad nos hace comer mucho o no comer. Por tal motivo, el cuerpo responderá desplegando los recursos, almacenando grasa para su seguridad.
Lo malo es que si no salimos de este conflicto emocional, la grasa no es quemada. En su defecto, queda anclada y va aumentando, hasta convertirse en sobrepeso u obesidad.
¿Por qué es tan difícil bajar de peso?
Cuando el problema de sobrepeso viene dado por conflictos emocionales, la persona puede llegar a sentirse segura en su exceso de grasa. Así es, esta materia tiene la capacidad de rellenar el cuerpo, se siente el contacto con la piel, calienta, aísla del espacio exterior; por lo que brinda protección. Lo que hace que sea más complicado bajar de peso.
Desde el punto de vista emocional, la persona obesa no solo se sentirá mejor comiendo, sino que llegará a pensar que está a salvo de todo lo externo que puede causarle algún daño. Por esto, si el individuo quiere bajar de peso, es muy importante que primero reconozca sus problemas emocionales, acepte ayuda y esté dispuesto a trabajar duro en este objetivo.
Tips para descodificar el sobrepeso
Teniendo claro los motivos que pueden causar sobrepeso u obesidad, es más fácil ver que para lograr decodificar biológicamente esta afección, tenemos que hacer más que solo ejercicios físicos y dietas estrictas. Los consejos que la mayoría de los especialistas les dan a sus pacientes son los siguientes:
- Observa tu vida. Al mirar con detenimiento cada aspecto de tu vida, tendrás la capacidad de reconocer aquello que puede causarte daños emocionales
- Reconoce el conflicto emocional. Al saber qué es lo que te está haciendo mal, podrás conseguir las herramientas para enfrentarlo
- Acepta que tienes un problema y anímate a salir del hueco emocional en el que te encuentras
- Aleja los pensamientos negativos. Cree en ti, en que tienes la capacidad para superar cualquier obstáculo. Puedes ser mejor de lo que ahora mismo eres
- Estar bien contigo, con tus pensamientos, con tu alma, te ayudará a saber elegir mejor tus comidas. Aunque puede ser un poco complicado, esfuérzate y lo lograrás
- Rodéate de personas positivas, que te motiven y te hagan ver que el mundo exterior no es tan malo como pensabas
- Por supuesto, realiza actividades físicas, más que todo al aire libre. Que te permitan sentirte en paz, bien contigo y con todo lo que rodea.
Biodescodificación de la ansiedad por comer
Aunado a los problemas emocionales, viene la ansiedad. Un enemigo silencioso, pero con mucho poder, que nos puede llevar a dar pasos equivocados. Muchas veces, para no hablar de lo que nos causa dolor, miedo, rabia o cualquier otro sentimiento negativo, optamos por comer de más.
Para descodificar la ansiedad por comer, tenemos que seguir los consejos antes mencionados. Así como, darnos cuenta de que la solución no es comer sin parar, pero tampoco es dejar de hacerlo. Acepta que necesitas ayuda profesional, búscala, hazlo por ti. Mereces estar bien.