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Cada vez son más las personas que toman consciencia del efecto que sus consumos tienen sobre el ambiente. El packaging de los productos, su huella de carbono, su huella hídrica, entre otros indicadores ambientales son tenidos en cuenta a la hora de tomar las decisiones de compra.
Afortunadamente, también son cada vez más las empresas que buscan maneras de dejar de ser parte del problema, para convertirse en parte de la solución. Una de las iniciativas que más se destacan es la de Villavicencio, una marca de Danone, que recientemente presentó la primera botella hecha 100% de plástico reciclado (RPET).
Este hito se encuentra en contexto del compromiso asumido por la empresa con el triple impacto, y permite consolidar su recorrido en el reciclaje inclusivo, que tiene como objetivo recuperar para el 2023, el equivalente al 100% del plástico que utiliza la marca.
Diego Páramos, Director de Marketing de Aguas Danone Argentina, resalta el recorrido de la compañía para lograr este objetivo: “Villavicencio es una marca que tiene como propósito preservar y conservar el medio ambiente. Por eso, trabajamos desde hace más de 10 años promoviendo iniciativas ambientales y sociales que garanticen este propósito y la circularidad de nuestros empaques es una de ellas”.
La empresa tiene el objetivo de hacer que sus envases sean 100% circulares, eliminando aquellos que no sean necesarios, e innovando para que los que se necesiten puedan ser reutilizados, reciclados o compostados de forma segura. De esta forma, se busca que el material no se convierta en desperdicio o contaminación para el planeta.
Villavicencio es la única agua natural de manantial, que posee minerales naturales desde su nacimiento. Su nivel de pureza es 11 veces mayor que los estándares indicados por la OMS, y para garantizar sus estándares de calidad, tiene más de 6500 controles de proceso.
Reciclado inclusivo: el valor social de la iniciativa
El proyecto del reciclaje también tiene su costado social, ya que Danone trabaja junto con la Fundación AVINA Argentina desde el 2011 con el objetivo de incrementar las tasas de reciclado en Argentina. De este modo, reconocen el rol central que tienen las cooperativas de recuperadores urbanos en el sistema de reciclaje local.
A través de este programa, también se busca contribuir a la profesionalización de la labor de los recuperadores, para que éstos sean reconocidos como trabajadores formales, y así puedan mejorar las condiciones de su trabajo y la eficiencia de su producción.
Así, esta alianza ayuda a mejorar los indicadores sociales y ambientales, a la vez que aumenta la cantidad de plástico reciclado que utilizan para producir los envases de la marca. Se trata de una gran iniciativa par hacer una transición hacia una economía circular e inclusiva, que buscan que siga creciendo en el futuro.
Para el 2023, esperan poder incrementar aún más el impacto y alcance del programa, y trabajar con 40 cooperativas, lo cual implica llegar a 4500 recuperadores urbanos, y poder recolectar 300 toneladas de PET por mes. Para eso, la compañía anunció que seguirá invirtiendo en nuevas soluciones y tecnologías innovadoras en los próximos años.
Se trata de una empresa que entiende que se encuentra dentro de un ecosistema, de modo que para realizar una gestión exitosa de los envases, necesitan del compromiso del resto de las partes. La empresa, los consumidores, las cooperativas y el Estado deben estar alineados para que este tipo de iniciativas funcionen exitosamente.
El circuito del reciclado: todos estamos involucrados
Las botellas producidas con RPET -o PET reciclado- se producen a partir del circuito de reciclado, en el cual están involucrados los consumidores, las cooperativas de recuperadores urbanos, las empresas recicladoras y las empresas productoras.
En el caso de Villavicencio, el círculo consiste en 6 pasos en los que se puede ver claramente el rol central que tiene cada uno de los actores que forman parte en las etapas del circuito.
1° El consumidor dispone sus residuos reciclables en los contenedores correspondientes.
2° Los recuperadores urbanos recolectan el material reciclable.
3° Las cooperativas clasifican los residuos reciclables, y separan las botellas PET del resto de los materiales.
4° La empresa recicladora transforma el plástico en pellets de RPET (son pequeños fragmentos comprimidos de PET).
5° El productor de botellas preformadas provee a la empresa con las preformas.
6° Danone utiliza las preformas para hacer sus botellas.
Se trata de una excelente iniciativa de economía circular, que involucra a una gran cantidad de actores y que tiene como objetivo final evitar los desperdicios, y así evitar la contaminación del planeta.
