Nota por Céline Le Flour,
Voluntaria de Francia para Asociación Amigos de la Patagonia


Quizás alguna vez hayas visto la imagen de un bosque encendido en llamas o te has ido a acampar y has encontrado indicaciones que prohibían hacer fuego en algunos lugares.

Es que, para generar un incendio, solo una chispa es suficiente. Se necesita que haya un combustible, que pueden ser vegetales, bosques o papeles; un comburente, como el oxígeno o el aire que favorece la combustión de sustancias; y una fuente de calor para activar el fuego.

En este sentido, un bosque es un lugar propenso a incendios por los recursos combustibles que tiene. Durante el verano, el riesgo de incendios aumenta por las condiciones climáticas: la temperatura sube, el agua de las plantas se evapora y se vuelven potenciales combustibles.

Pero de los incendios forestales que ocurren en el mundo, hay algunos que son causados por los seres humanos, intencionalmente o no, como una colilla de un cigarrillo tirada por la ventana del coche cerca de un área forestada. Pero también los hay causados naturalmente, por ejemplo, a partir de rayos en tormentas eléctricas.

¿Qué pasó en los bosques de la Patagonia Argentina?

En febrero 2015, con el incendio en la localidad de Cholila, Chubut, se quemaron más de 40.000 hectáreas de bosque en toda la provincia. Pero ése fue el puntapié para que naciera ReforestArg, el programa dirigido por la AAP, que surgió para compensar los daños generados por este desastre ambiental.

Desde abril de 2017, comenzamos a trabajar sobre este programa con el objetivo de plantar 1 millón de árboles nativos en Cholila para restaurar los bosques destruidos por el incendio.


Se trata de un plan de reforestación integrado por licenciados en ciencias ambientales, que cuenta con la ayuda de colaboradores locales y voluntarios interesados, así como con el apoyo de INIBIOMA-CONICET, Universidad Nacional del Comahue y de algunas empresas interesadas en actuar positivamente sobre este magnífico ecosistema.

Lamentablemente, el caso de Cholila no es el único y también han sido afectadas por incendios forestales otras provincias de la Patagonia y del resto de Argentina. En el 2012, se produjo un incendio en Merlo, provincia de San Luis, y otro en Tierra del Fuego. En el 2010 fueron afectadas Jujuy y Córdoba con otro terrible incendio.

Por eso, es fundamental informar a las personas acerca de esta problemática. Cuando se trata de incendios de origen natural, conocer permite disponer de los recursos necesarios para actuar en caso de que haya fuego. Y, cuando el causante es el hombre, es fundamental tomar conciencia para prevenir los hábitos y comportamientos que pudieran generarlos.

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