¿Te ha pasado alguna vez de sentir una descarga eléctrica cuando saludaste o rozaste a otra persona sin querer? ¡Seguramente sí! A todos nos ha pasado alguna vez, ¿pero por qué?
Ese pinchazo eléctrico que podemos sentir a veces, incluso cuando tocamos una cosa, se produce debido a la electricidad estática que es la energía acumulada en algo que no está en movimiento.
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Todo lo que vemos está formado por atómos que tienen, a su interior, tres tipos de partículas: electrones (con carga negativa), protones (con carga positiva) y neutrones (carga neutra). Aunque en general las positivas y negativas están en equilibrio, cuando una cosa se frota con otra, los electrones se transfieren de una a otra y se acumulan en la superficie hasta que tenemos contacto con otro y la liberamos, en forma de ese chispazo eléctrico que sentimos.
El cambio de estado es el que produce la electricidad estática que "salta" de un material aislante hacia uno conductor.
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Al contrario de lo que se cree, no es que haya personas especialmente sensibles a la electricidad estática sino que sí pueden haber quienes estén más predispuestos a acumular electricidad, ya sea por tener un mayor volumen corporal o, por ejemplo, por usar materiales sintéticos.
Por suerte, este fenómeno no es peligroso y solo nos recuerda que todo lo que nos rodea, incluso nosotros mismos, estamos hechos de energía en constante movimiento.