Caminamos sin saber hacia dónde vamos, buscando algo de perspectiva. Cuando por fin la tenemos, a veces nos damos cuenta que todo el camino recorrido fue el incorrecto y necesitamos tomar una decisión, ¿seguiremos este sendero, aunque no nos guste, o arriesgaremos todo para alcanzar el objetivo que realmente queremos?
Cambiar tu vida no es una decisión de la noche a la mañana. A veces te das cuenta que todo lo que esperabas de la vida no está cumpliéndose y poco a poco debes trabajar en un plan que te ayude a tomar control de lo que sucede a tu alrededor. Aunque muchas cosas pueden afectar: hijos, nuestra pareja, una carrera estable y más, es importante entender que siempre podemos dar media vuelta y buscar lo que queremos, sólo hay que esforzarnos.
Acepta el cambio
Tal vez tu vida de un giro de 180 grados, pero necesitas aceptarlo como es. Si tu trabajo no te tiene feliz, pero no tienes preparación para el trabajo de tus sueños, tal vez debas continuar trabajando y además, estudiando para cambiar de carrera. Eso implica que tendrás que dejar de salir, esforzarte más durante el día y muchas veces dormir muy poco por estudiar.
Vive el ahora
No será fácil cambiar tu estilo de vida, pero si sólo ves lo que quieres a futuro, tal vez el presente te frustre demasiado. Muchas veces sentirás que no estás avanzando y que tomaste la peor decisión al cambiar tu vida, pero si vives un día a la vez, no sentirás tanta presión y pronto estarás encaminado a tus verdaderas metas.
Cambia tus hábitos
¿Por qué necesitas cambiar de rumbo en tu vida? Tal vez necesitas alejarte de un ambiente tóxico o tal vez necesitas cumplir sueños que de otra manera no habrías logrado. Si cambiarás completamente, eso implica que tus hábitos, las cosas que solías hacer y las personas que frecuentabas, también deben cambiar. Comienza a conocer a otras personas que hagan lo que ahora te interesa, pero sobre todo, aléjate de las personas tóxicas que sólo te digan que lo estás haciendo mal. Esa falsa preocupación es algo que no necesitas en este momento de tu vida.
Deja ir
Cambias, pero sigues siendo la misma persona. Recuerda que lo material no importa y en ese sentido es cierto que todo lo que tenías hasta ese momento, ya no importa, pero cuida tus relaciones personales que en verdad impacten positivamente en tu vida. Al resto, déjalos ir, puedes explicar, pero recuerda que tampoco le debes eso a nadie y que tu salud mental es muy importante en este proceso tan difícil.
Nunca dejes de aprender
Las cosas que vendrán deben ser mejores, pero recuerda por qué lo hiciste, ahora no dejes que de nuevo el paisaje te quite la atención del camino y vuelvas a perderte. Y si crees que eso puede estar sucediendo, pero tienes claros tus objetivos, recuerda la frase del escritor inglés J.R.R. Tolkien:
"No todos los que vagan están perdidos”
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