Un interesante caso de memoria a largo plazo en los animales. Es la increíble historia de una bonobo que recuerda a su hermana tras 26 años sin verla. Algo que nadie esperaba, que ha causado opiniones sobre la memoria afectiva en los animales.
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Una bonobo llamada Louise, nacida en San Diego (EEUU)
La bonobono nació en 1973. Se llama Louise y permanece en Estados Unidos. Ella creció con su hermana, de nombre Loretta. Pero, durante el año 1992 Louise y Loretta fueron separadas, ya que Loretta fue trasladada a Japón.
Desde 1992, Louise no ha vuelto a ver a su hermana. En la naturaleza, las bonobos hembras abandonan su clan familiar y forman sus propias familias. Por eso, se pensaba que la separación de estas dos hermanas no tendría consecuencias.
No obstante, se quiso hacer un extraño experimento. En 2019, unos investigadores le mostraron a Louise una foto de su hermana Loretta (que estaba en Japón). Y se llevaron una notable sorpresa ante la reacción de la bonobo.
La mirada de una bonobo revela mucho más de lo que parece
Durante el experimento, una cámara de infrarrojos detectaba los movimientos oculares de Louise. Los investigadores, también prestaron atención a los movimientos corporales y gestos de la bonobo, de lo cual extrajeron una peculiar conclusión.
Además de la foto de su hermana, le mostraron imágenes de otros bonobos. Pero, cuando le dieron la fotografía de Loretta, ella reaccionó. Con los retratos de los demás bonobos actuó con indiferencia, pero no sucedió lo mismo con la imagen de su hermana.
¡Aquello no era casualidad! Louise se detuvo y sus globos oculares (pesquisados por los infrarrojos) detallaron aquella foto. Todo indica que la recordaba, la miraba una y otra vez, con una pausa que demostraba cierto sentimiento.
Pero, se hizo algo más. En Japón, la bonobo Loretta había tenido un hijo. ¡Sobrino de Louise! Los investigadores le mostraron, también, una foto de este hijo de su hermana. Y Louise parecía reconocer algo en esa imagen que le causaba afinidad.
Un ejemplo de memoria a extenso plazo
La capacidad de los grandes simios para recordar ha sido tema de interés reciente. Esta capacidad de recordar sería otro ejemplo de que los humanos y estos animales tienen un ADN en común, lo cual corrobora muchas teoría de la evolución.
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¿Suponías que los animales tienen tanta capacidad de recordar? Así lo demuestra esta historia. Algo similar se ha detectado en elefantes, perros y otros seres vivientes.
Fuente:
www.nationalgeographicla.com