Desde pequeños, uno de los primeros dibujos que aprendemos a hacer es el de una casa. La casa, el hogar, es un elemento fundamental en la vida de toda persona, desde que nace hasta que muere. No por nada es un derecho esencial.
El hogar es el lugar donde pasamos más tiempo a lo largo de la vida, y es el sitio adonde siempre sabemos que podemos volver. Incluso aunque no tengamos una casa fija (porque hay que mudarse seguido, porque se viaja demasiado), cada lugar en el que pasamos algún tiempo lo consideramos un hogar.
Por eso, la manera de representar una casa puede mostrar muchas cosas acerca de nuestra personalidad.
Te proponemos hoy un sencillo ejercicio: toma una hoja en blanco y un lápiz, y dibuja una casa. Puede ser cualquier casa, pero no te olvides de ningún detalle.
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Luego, podrás ver qué dice lo que has dibujado sobre ti.
1. Puerta
- Si no hay puerta o casi no se ve, es porque eres una persona más bien introvertida, que necesita alejarse del mundo exterior. Disfrutas la soledad y no necesitas que los demás te protejan: sabes cuidarte solo.
- Si, en cambio, la puerta es muy grande, habla de la necesidad de vincularse con los demás. Puede hasta ser síntoma de dependencia emocional.
- Si la puerta está cerrada y tiene cerradura, es porque te cuesta mucho vincularte con los demás, y te da miedo mostrarte tal cual eres. No te gusta conocer gente nueva, y prefieres a tus pocos buenos amigos.
- Si la puerta está abierta es porque, al contrario, eres una persona muy extrovertida, a la que le encanta salir, conocer personas, encarar situaciones. No tienes problemas de locuacidad, ni de comunicación.
- Si dibujaste dos puertas, puede ser síntoma de que estás pasando por un conflicto con otra persona, o dos personas que quieres mucho tienen problemas entre sí. Trata de resolver eso que te preocupa.
- Finalmente, si la puerta está ubicada en una zona que es difícil de ver, es porque eres alguien muy selectivo. No te relacionas con cualquiera, sabes muy bien a quién brindarle tu confianza y a quien no.
2. Ventanas
- Si la casa que dibujaste no tiene ventanas, o tiene pero con barrotes, es posible que sientas algunas carencias afectivas. Puede que hayas pasado por relaciones tóxicas o situaciones que te llevan a desconfiar de brindar tus sentimientos a los demás.
- Si las ventanas son grandes, es porque eres una persona sumamente curiosa, con ganas de aprender y de conocer cosas nuevas cada día. Quieres salir a explorar y no te preocupa lo que los demás piensen de ti.
- Cuando las ventanas son muy pequeñas, es porque eres una persona precavida al relacionarte con los demás. No confías fácilmente en la gente, y no te gusta que se metan en tus asuntos si no los invitas.
- Si las ventanas están adornadas y tienen cortinas, es porque eres una persona detallista, sensible y con un gran sentido estético.
- Si están mal alineadas, implica que eres alguien un poco descuidado y atolondrado, que no presta demasiada atención a las cosas.
3. El techo
- Un techo simple, de dos vertientes, es el más común e implica un fuerte sentido de realidad, conectado con la concreción de objetivos.
- Un techo que sobresale mucho por los costados, al contrario, denota un idealismo desmesurado, y cierta desconexión con la realidad.
- Un techo poco definido o desconectado de la casa habla de una personalidad poco creativa, con escasa capacidad de imaginación.
- Al contrario que el caso anterior, si el techo tiene buhardilla es porque tienes una imaginación rebosante, y una necesidad imperiosa de dejar volar tu mente y tus pensamientos.
- Un techo con tejas o muy detallado habla de una persona equilibrada entre la creatividad y la razón , que siente mucho gusto por el mundo de los ideales y el pensamiento. Posiblemente eres un amante de la lectura y de las artes.
4. Chimenea
- Una casa sin chimenea habla de una persona fría, distante, a la que no le gustan demasiado las demostraciones de afecto y le cuesta expresar sus sentimientos.
- Si dibujaste chimenea pero no humo, es porque seguramente tienes ganas de relacionarte con los demás y de abrir nuevos canales de comunicación, pero te cuesta llevarlo a cabo.
- Una chimenea humeante habla de que eres una persona a la que no le cuesta mantener buenas relaciones con tus afectos. No te eres de discutir ni generador de problemas. Si el humo es muy denso, puede que estés guardando situaciones negativas, que necesitas dejar ir.
- En cuanto a la dirección del humo, si este se eleva verticalmente, es indicador de que eres una personalidad idealista, mística, con gusto por el mundo de las ideas y los pensamientos.
- Si va hacia la izquierda, entonces es porque añoras mucho el pasado. Sientes una fuerte nostalgia por lo que fue, y por lo que pudo haber sido y no fue. Te cuesta mirar hacia adelante.
- Si va hacia la derecha, al contrario, eres alguien que siempre mira hacia el futuro con expectativa, y no siente dolor o remordimiento por el pasado.
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