Sin duda, el embarazo es uno de los momentos más importantes para una mujer que decide traer al mundo una nueva vida. Durante nueve meses, ella experimenta una gran cantidad de cambios, no solo a nivel corporal, sino también emocional y sensorial. Su ánimo y energía se modifican al mismo tiempo que su figura va adaptándose; todo en ella se prepara para anidar y permitir el crecimiento sano de su bebé.
La familia y el entorno de la mujer también acompañan este proceso con alegría y asombro. Al contrario de lo que muchos suelen creer, el perro no tiene por qué alejarse de su cuidadora durante los nueve meses de embarazo, ya que, exceptuando casos muy particulares de alergia u alguna patología específica, una mascota no solo no es perjudicial, sino que le traerá múltiples beneficios al desarrollo del embarazo, la salud de la mamá y su bebé.
En esta nota conocerás por qué los perros seguirán siendo los compañeros más leales durante este momento tan importante de la vida, así como lo han sido siempre.
Un perro comprende y acompaña los cambios de la mujer
Tú sabes que tu mascota puede interpretarte a la perfección. No es casual que alguna vez que hayas llegado triste a casa, él simplemente se haya sentado a tu lado, o recibido con una alegría tal que te hizo olvidar de todo lo que te preocupaba.
Posiblemente él haya detectado, incluso antes que la futura mamá, el comienzo del embarazo, ya que es capaz de percibir los cambios corporales y hormonales a un nivel que, para nosotros, se vuelve imperceptible. Por eso mismo, seguramente incluso pueda intuir el momento en que el bebé esté por nacer.
Al igual que lo ha hecho siempre, el perro estará junto a una embarazada, la protegerá y entenderá si está más sensible o cansada. Algunas mujeres embarazadas incluso notan que el comportamiento del perro se modifica, volviéndose más cuidadoso, tranquilo y protector. Entendiendo su lenguaje corporal, podrás aprender a descifrar qué quiere decirte.
Pueden salir juntos a caminar
Un estudio de la Universidad de Liverpool publicado en PLoS Oneseñaló que los perros mejoran la salud de las embarazadas, ya que las motivan a realizar los 30 minutos de ejercicio ligero, que es lo recomendado por día para ellas.
Los paseos no solo ayudarán a las embarazadas a mantenerse activas y a respirar aire fresco, sino que también podrán evitar el riesgo de padecer obesidad y, con eso, de sufrir complicaciones durante el parto.
Además, caminar te ayuda a mantener bajo el colesterol, mejorar la circulación y, sobre todo, ¡a tener más energía!
Mejora el humor
Durante el embarazo, se producen muchos cambios hormonales en el cuerpo que, sumados a la ansiedad y los miedos tan característicos de esta etapa, pueden generar alteraciones en el humor y una mayor sensibilidad.
La compañía de un perro ayudará a reducir el estrés, calmar el temperamento y generar una sensación de bienestar que hará que el cuerpo libere endorfinas, las llamadas "hormonas de la felicidad".
Una siesta a su lado, o dormir con él, será reparador. Una futura mamá acompañada por un perro se sentirá más alegre y divertida, y eso repercutirá positivamente en su estado de salud y, por lo tanto, también en el del bebé.
El bebé crecerá más sano
Además de estos beneficios, cuando el bebé nazca y crezca, ¡ya tendrá su primer amigo! Con él podrá entretenerse, jugar, desarrollar sus habilidades sociales y afectivas, e incluso dispondrá de su propio guardián.
El perro también beneficiará su salud, ya que según un estudio publicado en Clinical & Experimental Allergy, los niños que viven con perros son un 50% menos propensos a desarrollar alergias y asma que los que crecen sin ellos.
Por todo esto, su compañero será una compañía ideal que favorecerá el desarrollo del bebé, que además tendrá a su lado a una mamá sana, fuerte y feliz.
Cuidados a tener en cuenta
Si bien es cierto que los animales, entre ellos los perros, pueden transmitir algunas enfermedades, esto no implica que durante el embarazo las mujeres deban alejarse de sus compañeros. Aun así, es necesario tomar algunas precauciones:
- Extremar higiene del animal y llevarlo al veterinario regularmente
- Lavarse las manos muy bien y con frecuencia
- Mantener limpio el ambiente del animal
- Cuidar que el animal no esté en contacto con los alimentos que ingiera la mujer. Esto también se aplica a los besos, ya que el contacto con la saliva podría generar alguna infección.