Si crees que tu forma de ser no tiene nada que ver con tus hermanos, estás muy equivocado. El orden en el que naces influye fuertemente en cómo desarrollas tu personalidad. Y si no tienes hermanos, eso también te ha marcado.
Claro que todos somos personas únicas, y que ese no es el único factor que puede influir en tu desarrollo. Pero sí está bastante probado que tener o no hermanos, y en qué orden tiene influencia.
Este análisis sobre la personalidad a partir de los hermanos fue propuesta en 1920 por Alfred Adler, compañero y amigo de Sigmund Freud, y se ha seguido estudiando por años. Estos son algunos de los hallazgos más impresionantes de todas esas investigaciones.
1. Primogénito
El primer hijo es, según los especialistas, el que pasa mayor tiempo con sus padres en la niñez. Según un sondeo, el hijo mayor pasa 3.000 horas más con sus progenitores entre los 4 y 13 años que sus hermanos, en el mismo periodo de tiempo.
Esto seguramente será usado por los más chicos como reproche, pero tiene tanto ventajas como desventajas. Es cierto que esta “atención extra” hace que los hermanos mayores sean más fuertes y responsables. Pero también carga sobre sus hombros mayor presión. Los hijos mayores se sienten más empujados a tener éxito y tienen problemas para manejar el fracaso.
Por otra parte, según la teoría de Adler, el primer hijo es más conservador, tiene cualidad de líder, y es muy cariñoso. Como cuida de sus hermanos, los hijos mayores tienden a ser buenos padres.
Vale mencionar, como dato de color, que la mayoría de los ganadores del Premio Nobel fueron los primeros hijos de sus padres.
2. Hermano del medio
Para Adler, el hermano del medio tiende a admirar a su hermano mayor, pero también a competir con él.
Por eso, suelen ponerse metas más altas y fallan más a menudo. Eso, por supuesto, los lleva también a alcanzar casi todo lo que se proponen finalmente, y son más independientes.
Los hermanos del medio sienten que les es más difícil destacar, pues en todo momento “compiten” por la atención de los otros. Esto lleva a que desarrollen mejor su inteligencia emocional, y que aprendan a llevarse bien con todos.
Algunas investigaciones sugieren también que los hermanos que nacen después del primogénito son más hábiles para ver las cosas desde puntos de vista distintos al de otras personas.
3. Hijo menor
El más joven de la familia tiende a ser más de espíritu libre, aventurero, arriesgado y creativo . Estos suelen tener mayor libertad, aunque también reciben mucha atención.
El más chico de los hermanos puede ser un poco más despreocupado que los demás, y hace las cosas a su manera. Sin embargo, siempre tendrá a sus hermanos mayores como modelos (aunque también compita un poco con ellos).
Muchos buscarán destacar en algo nuevo y diferentes, ser los mejores a su estilo. Por ejemplo, un sondeo desarrollado por investigadores de UC Berkeley encontró que los hermanos menores son 1,5 veces más propensos a dedicarse a deportes de riesgo.
4. Hijo único
Finalmente, según la teoría de Adler, los hijos únicos suelen ser un poco sobreprotegidos por sus padres. Esto los lleva a buscar la misma protección en otros, como así también la atención plena de los demás.
Además de esa protección, también suele competir con sus padres. Eso puede llevarlo a tener problemas con ellos, y también con sus pares con los que compite. Pero son muy perfeccionistas, y buenos para conseguir lo que desean.