Se aprobaron las construcciones con tierra cruda en algunas zonas de Villa de Merlo y Cerro de Oro. El proyecto fue aprobado por mayoría de concejales en el marco de la Sesión Verde que se hizo la semana pasada. Al igual que los techos verdes, las construcciones alternativas con barro fueron aprobadas la semana pasada en el Concejo Deliberante, aunque en este último caso solo se permitirá en algunas zonas de la ciudad y Cerro de Oro.El proyecto de ordenanza destacaba entre sus puntos que en el último tiempo se llevaron a cabo varias capacitaciones sobre estos temas con ingenieros y técnicos en ingeniería para trabajar con elementos de la naturaleza.La ordenanza, que fue aprobada por mayoría de concejales excepto la abstención de Fenoglio, autoriza a utilizar el método de construcción con tierra cruda en las zonas R1, R4, R5, R6. R7 y R8 de Villa de Merlo subdividida cada una de ellas en dos zonas R6 A, R6 B, R7 A y R7 B, R8 A y R8 B. También en la zona residencial R9, zona central de Cerro de Oro, zona de esparcimiento E y zonas comerciales C8 y C9.Los interesados para construir con este método deberán asesorarse en la Secretaria de Obras y Servicios Públicos para conocer las especificaciones y requisitos a cumplir para garantizar la buena utilización del recurso. Por otro lado habrá un plazo de 12 meses para ir estudiando la ordenanza, mejorarla y ajustar detalles.Construcciones en tierra cruda:En la antigüedad, las primeras casas y ciudades se construyeron con tierra cruda, se trata de un material que está disponible en cualquier lugar y además posee numerosas ventajas. Es importante que se aplique de forma correcta.Nueve ventajas y propiedades de la tierra en la edificación: La tierra no contiene ninguna sustancia tóxica, siempre que provenga de un suelo que no haya padecido contaminación. Es totalmente reciclable. Si en la construcción no se mezcla la tierra con algún producto fabricado por los humanos (por ejemplo, cemento), sería posible integrar totalmente el material en la naturaleza una vez se decidiera derruir el edificio. La construcción con tierra cruda es sencilla y con poco gasto energético. No requiere un gran transporte de materiales o una cocción a alta temperatura. Es por ello que se considera un material de muy baja energía incorporada. Sin embargo, quizá sí es necesario un mayor esfuerzo e implicación de los constructores. Su obtención es respetuosa. Si se extrae del propio emplazamiento, provoca un impacto poco mayor que el que ya supone realizar la propia construcción. No lleva asociados problemas como la desforestación o la minería extractiva que implican otros materiales constructivos. Térmicas: la tierra tiene una gran capacidad de almacenar el calor y cederlo posteriormente (cualidad conocida como inercia térmica). Así, permite atenuar los cambios de temperatura externos, creando un ambiente interior agradable. Aislamiento acústico: los muros de tierra transmiten mal las vibraciones sonoras, de modo que se convierten en una eficaz barrera contra los ruidos indeseados. La tierra es un material inerte que no se incendia, pudre, o recibe ataques de insectos. Esto es así porque se evita el uso de las capas superiores de suelo, con gran cantidad de material orgánico. Es un material por naturaleza transpirable. Los muros de tierra permiten la regulación natural de la humedad del interior de la casa, de modo que se evitan las condensaciones. Económicamente accesible: es un recurso barato (o prácticamente gratuito) que a menudo ya se encuentra en el lugar donde se levantará la casa.