El dolor no llega de la nada. Mucha veces sufrimos golpes, torceduras o incluso sometemos nuestro cuerpo a tales niveles de estrés que lo tensan y todo eso genera incomodidad, no necesariamente de inmediato, pero sí un tiempo después. Así, muchas veces tenemos dolor en zonas que no entendemos, como en los puntos gatillo.

Los puntos gatillo se definen como "zona hiperirritable localizada en una banda tensa de un músculo esquelético que genera dolor con la compresión, distensión, sobrecarga o contracción del tejido, que generalmente responde con un dolor referido”.

¿Qué no es?

Hay una diferencia entre los puntos gatillo y las contracturas musculares, pues la segunda es una molestia, dolor o rigidez en una zona concreta de la musculatura, mientras que con los puntos gatillo, el dolor se puede expandir y no es sólo en los músculos. Además, muchas veces no cede a tratamientos comunes, por eso, estos ejercicios pueden ayudarte.

Estirar el trapecio superior

Muchas veces la tensión se acumula en el tronco y necesitamos liberar ese peso de nosotros, pues cuando el dolor es fijo y constante, comienza a cobrar cuota en nuestro humor, afectando nuestra vida en todo momento. Comienza moviendo ligeramente tu cuerpo, camina y estírate poco a poco. Después contrae la zona abdominal y mueve el cuello hacia un lado hasta sentir tensión, pero no dolor. Estira por 30 segundos y descansa.

Quita tensión a la mandíbula

La boca la usamos tanto que a veces hasta el dolor se hace conocido y habitual, pero tal vez ahí también tienes mucha tensión que debes liberar. Debes comprobar toda la tensión que hay en tu mandíbula colocando por lo menos dos nudillos en tu boca. Si esto te causa molestias debes intentar, poco a poco, abrir más y más la boca.

Trabaja el masetero

El músculo masetero es importante, puede ejercer una fuerza de hasta 90 kilogramos, por lo que debes mantenerlo sano. Apoya el pulgar cerca de la mandíbula y el resto de los dedos colócalos en la sien, después empuja con el pulgar hacia abajo y el resto de los dedos hacia arriba. Esto ayuda a las personas que aprietan la mandíbula durante las noches.

Trabaja el músculo piramidal

Fuente: Cuerpo y mente

La zona lumbar y nuestros glúteos tienden a ser dañados de manera crónica por nuestra vida sedentaria, por lo que una musculatura contracturada puede provocar dolor insoportable con el paso del tiempo. Puedes intentar ponerte de rodillas, estirar y relajar toda la musculatura de tu espalda. Recuerda llevar las manos hacia delante y aguantar la tensión, pero tampoco intentes inducir dolor, con que estires ya estás trabajando más que suficiente.

Estira el tibal

El tibal anterior es un músculo en el que se encuentra un punto gatillo muy importante, este se puede sentir incluso en el dedo gordo del pie. Es muy fácil trabajar con él. Debes ponerte de rodillas y poco a poco ir haciéndote hacia atrás, liberándote del peso para que te estires cada vez más.

Los puntos gatillo se pueden tratar con ejercicios, pero si las molestias persisten no dudes en intentar la acupuntura, un método que durante miles de años ha funcionado para tratarlo a la perfección. Recuerda que a pesar de todo esto, siempre debes consultar con un experto antes de intentar cualquier cosa.

Fuente:

Cuerpo y mente