En ocasiones, la placenta se ha visto como parte de los componentes de algunos cosméticos, e incluso hay mujeres que han decidido comerla después del parto. Sin embargo, ¿qué es realmente la placenta?, ¿Cuáles son sus principales usos y sus beneficios? El día de hoy responderemos estas y otras preguntas que seguramente habrás pensado en algún momento.
¿Qué es la placenta?
Para comprender sobre la placenta qué es y para qué sirve, primero hay que saber de dónde proviene esta palabra. Este es un término que se origina en el idioma latín y quiere decir torta circular.
Lo cierto es que la placenta es un órgano que tiene una apariencia viscosa, solamente las mujeres embarazadas tienen este órgano y tiene una forma que circular. Quiere decir que este órgano solamente crece en la gestación y después es expulsado una vez que finaliza el parto, tras haber nacido el bebé. Generalmente cuenta con 25 centímetros de diámetro, posee 2,5 centímetros de grosos y suele pesar hasta medio kilo.
Para el bebé la placenta es el órgano con mayor importancia, ya que lo ayuda a mantenerse con vida hasta el momento de nacer. Este órgano se encarga de suministrar el oxígeno necesario, el alimento y hace más fácil la eliminación de los desechos que produce el bebé. Se encuentra en la parte interna del útero y permanece en contacto la sangre de la madre.
La placenta se forma con las mismas células con las cuales nacerá el bebé, y estas son el espermatozoide y el óvulo. Inicia a formarse partiendo de la segunda semana de la gestación y cuenta con dos componentes. El primero de estos componentes es la porción fetal y el segundo de ellos es la porción materna.
¿Cómo evoluciona la placenta en el embarazo?
De la misma forma que sucede con otras partes del cuerpo, la placenta es un órgano que cambia constantemente. Evoluciona conforme avanza el embarazo, desde que esta aparece para la segunda semana de la gestación, hasta que llega la etapa final del embarazo. Podría decirte que este es un órgano del cuerpo femenino que nace, después crece y finalmente muere.
Hacia los primeros cuatro meses del embarazo se presentan los cambios más evidentes de la placenta. Especialmente porque incrementa de tamaño de manera progresiva. Partiendo de este momento, la placenta pasará por cambios más pequeños hasta que llega a la última fase de la gestación. Después envejecerá y disminuirá la capacidad de esta para ofrecerle nutrientes al bebé.
¿Cuál es la función de la placenta?
- Es posible decir que este es un órgano prácticamente perfecto, debido a la cantidad de funciones que desempeña en el embarazo.
- La principal función de la placenta es hacer posible que circule el oxígeno, la glucosa, las grasas y los aminoácidos entre la madre y su bebé.
- Logra eliminar los desechos que genera el bebé y se encarga de purificar la sangre.
- Posee la capacidad de producir hormonas que se encarguen de transformar el metabolismo de la madre, para que se lleve a cabo un adecuado desarrollo en el embarazo.
- Hace que el sistema inmunológico de la madre no llegue a considerar al feto como un agente invasivo. Quiere decir que se encarga de proteger al feto durante su desarrollo en la gestación.
- Funciona como una barrera para evitar que las sustancias nocivas provoquen daños en el bebé, como en el caso de las bacterias, los parásitos y también los virus. Pese a que la placenta no es tan perfecta en esta característica, existe otra clase de sustancia que consigue atravesarla. Algunos ejemplos son las drogas, el alcohol, la cafeína o también tabaco. Enfermedades como en el caso de la toxoplasmosis, podrían atravesar la placenta con mucha facilidad y provocar daños en el bebé.
- Ayuda en la protección física del feto en combinación con la bolsa del líquido amniótico. Convirtiendo a la placenta en un sitio acogedor y al mismo tiempo seguro para el desarrollo del feto. Manteniendo una temperatura constante y ofreciendo protección frente a los golpes o a los cambios bruscos en la temperatura corporal.
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¿Cuáles son los beneficios que ofrece la placenta?
El principal motivo por el cual se consume la placenta después del parto, se basa en reincorporar todo lo que esta adquirió de la madre en la gestación. Esto que la placenta de alguna manera adquiere es tan importante, que debido a eso las mujeres deben tomar suplementos vitamínicos. Los beneficios de la placenta son amplios, ya que representa un aporte tanto a nivel físico como también a nivel emocional.
Un aspecto de gran necesidad después del nacimiento del bebé y que se encuentra muy presente en la placenta es el hierro. Dicho mineral se encarga de prevenir que ocurra una anemia postparto, pero también ayuda en la recuperación de los nutrientes y de la energía. Especialmente porque la madre ha perdido mucha sangre en el parto.
La oxitocina es la horma que se encuentra presente en la placenta, también llamada en ocasiones como la hormona del amor. Que ayuda en la retracción del útero, evitando que se pierda menos cantidad de sangre postparto. Aparte de esto sirve como estimulación para la eyección y producción de leche. Generando una sensación de bienestar en la madre y produciendo efectos de enamoramientos entre una madre y su bebé. Lo cual beneficia al apego y disminuye la depresión.
Siguiendo esto, hay que resaltar que la placenta está conformada mayormente vitamina K, que es considerado un poderoso antihemorrágico. Logrando que sea de mucha utilidad, ya que entre los mayores problemas de atención después del parto son las hemorragias.
Maneras de usar la placenta
Uno de los usos de la placenta más populares es consumirla. Sin importar la manera en la que se consuma, se considera recomendable para todas las madres que deseen hacerlo. No necesariamente hay que experimentar una crisis para consumir la placenta. Puesto que cualquier madre después del parto necesita reponer energías y también nutrientes. Normalmente el objetivo de esto es hacer más fácil la recuperación.
Es recomendable consumir la placenta inmediatamente después de que haya nacido el bebé. Añadiendo un centímetro cúbico de la placenta a un batido de frutos rojos. El sabor y el olor no se perciben en lo absoluto, pero los efectos que genera son muy evidentes. De acuerdo a lo que algunas madres han comentado por experiencia.
Otra de las alternativas para consumir la placenta es a través de las cápsulas. Estas son obtenidas mediante un procedimiento de deshidratación, que no requiere de elevadas temperaturas. Debido a este factor quedarán intactos sus propiedades y todos sus componentes. Consumir estas cápsulas va a depender de cada madre. Aunque generalmente se recomienda tomar una cápsula en el transcurso de los primeros 9 días del nacimiento del bebé.
También hay otra forma de conservación para la placenta que es conocida como tintura madre. Se basa en la extracción de los compuestos activos que posee la placenta. Siendo este un método similar al que se usa en las flores de Bach. Así se logra crear un medicamento que sea homeopático, con la diferencia que estará hecho específicamente para cada madre.
Precaución al consumir placenta
Si bien ya se ha comentado que el consumo de placenta ofrece una amplia variedad de beneficios. Como se ha mencionado, una de las preparaciones más habituales son las cápsulas obtenidas a través de la deshidratación de la placenta, o también procesándola cruda. Y hasta hay casos donde las mujeres consumen la placenta cruda, como parte de un batido o incluso cocida.
Sin embargo, estas son preparaciones que no se encargan de eliminar completamente las bacterias o los agentes contagiosos que podría tener la placenta. Es más, los centros encargados del control y de la prevención de las enfermedades, emitieron advertencias acerca de ingerir cápsulas de placenta. Ya que se presentó un caso donde un bebé se contagió por estreptococo del tipo B, debido a que la madre consumió cápsulas que contenían esta bacteria.
Aquellas madres que se encuentren buscando una forma de mejorar su salud una vez que ha finalizado el parto, es mejor que consulten con un especialista. De esta manera, obtendrán una mejor información acerca de las medidas que se deben tomar para ayudar en su recuperación.
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