Snacks, pastel, golosinas, gaseosas. Por lo general, las fiestas de cumpleaños resultan ser una sobrecarga de azúcar y calorías para los niños. En estas ocasiones, se suelen exceder "las calorías normales de un almuerzo más una cena juntos", según explicó la nutricionista Ana Jufre en un artículo del diario Clarín.
Existen alternativas más saludables para los festejos infantiles. No se trata de servir zanahorias en lugar de dulces, sino de enseñarles a disfrutar el consumo de alimentos más sanos, moderando la comida chatarra.
Al elegir el menú de una fiesta infantil, es importante que no todo sea a base de snacks. Si bien muchos estudios demostraron que no hay un efecto directo entre los episodios de hiperactividad y el consumo de azúcar, sí se ha probado que algunos niños son más susceptibles que otros. Por lo tanto, estos excesos pueden alterar su comportamiento, haciéndolos más agresivos y dificultando su concentración. Ingerir demasiados dulces también afecta a la salud dental y puede generar indigestiones.
Además, es importante tener en cuenta que en estas ocasiones se fomenta el consumo excesivo y se favorece la idea de usar los dulces como premios. Ambos factores pueden influir negativamente en los hábitos alimenticios de los más pequeños.
Mesas coloridas y saludables
A los niños les atraen los colores, las formas y los tamaños. Se puede aprovechar esto para darles algo rico y saludable. Bocaditos, helados, bomboncitos, licuados, jugos: todo vale a la hora de comer en forma natural. Lo único que hay que tener en cuenta es que les guste y les haga bien. Lo mejor es buscar alimentos que les resulten atractivos por su aspecto y los atrapen por su rico sabor.
Algunas ideas:
- Helados de frutas
- Mini brochets de frutas
- Licuados de frutas y semillas
- Jugos naturales de frutas
- Trufas de avena y algarroba
- Bombones de dátiles y almendras
- Gaseosa natural, mezclando media parte de soda con media parte de jugo.
Juegos con frutas y verduras
Puedes hacer un juego usando una pizarra o un telgopor grande con figuras de alimentos saludables, frutas, hortalizas, etc., con el objetivo de enseñarle a los niños las combinaciones de alimentos, las estaciones para consumirlos, la forma de lavarlos y conservarlos.
Con la ayuda de un adulto y una licuadora puedes jugar a atender un puesto de licuados. Los chicos eligen las frutas y verduras de un cesto y un adulto va haciendo el batido a gusto de cada chico. Está comprobado que si los niños participan en la elaboración de sus alimentos es más probable que los consuman.
Otra forma de hacerlos participar es organizar una posta donde, en un punto se lavan las frutas y verduras, en otro se pelan, en el siguiente se licuan y en el último se decoran. Recuerda siempre tomar las precauciones necesarias con los utensilios aptos para cada edad. Las postas tienen la ventaja de unir, hacer que los chicos hagan actividad física (como caminar o correr) y estimular el trabajo en equipo en una competencia.
Es posible hacer pasteles menos dañinos que los habituales, llenos de azúcar y grasas, a las que muchos están acostumbrados. La cocina raw y vegana tiene increíbles opciones de pastelería, muy simples y riquísimas. Más o menos dulces, con o sin harina, heladas o al natural, las formas, tamaños, colores y sabores son interminables. Sólo es cuestión de elegir y disfrutar.
Una opción es este pastel de chocolate y frambuesas. Haz clic aquí para encontrar otras recetas similares.
Ingredientes:
Para la masa:
- 150 gr de harina 0000
- 1 sobrecito de levadura
- 60 gr de cacao en polvo
- 120 ml de aceite de girasol
- 125 ml de leche de soja
- 130 gr de azúcar de caña
- 1 pizca de sal
Para la cobertura y decoración:
- 200 ml de leche de soja
- 30 gr de cacao en polvo
- 20 gr de almidón de maíz
- 40 gr de azúcar
- 50 gr de frambuesas
Procedimiento:
Para la masa, coloca el azúcar de caña y el cacao en polvo en un recipiente y mézclalo bien con una cuchara.
Luego, agrega la leche de soja, mezcla nuevamente y añade el aceite. Por último, incorpora la harina tamizada de golpe y mezcla hasta obtener una masa bastante líquida.
Colócala en un recipiente de 15 o 20 cm (según la altura que quieras que tenga) untado con margarina no hidrogenada y cocínala a a 170º durante 25 o 30 minutos. Para saber si está bien cocida, pínchala con un palillo. Si está lista, deberá salir seco. Retírala del horno y, una vez fría, llévala a la heladera durante 6 horas.
Para la cobertura de chocolate, coloca los ingredientes en una olla y, sin dejar remover, cocínalos a fuego medio durante aproximadamente 12 minutos o hasta que la preparación espese. Vierte la crema resultante sobre el pastel frío y decóralo con unas frambuesas y unas hojas de menta.
El souvenir
En la mayoría de las fiestas infantiles se acostumbra darle un souvenir o bolsita a cada invitado cuando se retira. El contenido suele ser algo económico que a todos les gusta y que hay que hacer o comprar en cantidad, acompañado por golosinas de distinto tipo. Una buena estrategia es hacer participar a los niños. Ellos estarán felices de entregar algo hecho con sus propias manos. También puedes armar unas bolsitas con frutas frescas o deshidratas y frutos secos.